LA HAYA.- El ex Presidente yugoslavo Slobodan Milosevic compareció hoy por segunda vez ante el Tribunal Penal de La Haya (TPI), y lo hizo de nuevo solo, decidido a asumir su propia defensa, derecho que le fue reconocido por el presidente de la sala, el juez británico Richard May.
Milosevic apareció en la sala del tribunal a las 10:05 horas (08:05 horas GMT), vestido prácticamente con la misma ropa que en su primera cita con el tribunal el pasado 3 de julio: traje oscuro, camisa azul y corbata a rallas gruesas azules, rojas y blancas, los colores de la bandera yugoslava.
Cuando le llegó su turno, preguntó a May si pensaba cortarle el micrófono en sus comentarios sobre el tribunal como hizo el 3 de julio, y señaló su intención de leer un escrito enviado al TPI sobre "la ilegalidad" del órgano judicial creado por el Consejo de Seguridad de la ONU para juzgar los crímenes de guerra en los Balcanes.
Al serle rechazada su demanda de dar lectura a ese escrito, señaló que lo repartirán a la prensa sus colaboradores y comenzó un duro ataque contra la exposición de la acusación, de la que dijo que tras "dos años y medio vemos que no han sido capaces de acabar el acta de acusación falsa".
"No veo por qué debo defenderme ante un tribunal y frente a un acta de acusación falsa", señaló Milosevic.
El juez reconoció el derecho del ex Presidente yugoslavo a ejercer su propia defensa sin nombrar un defensor y rechazó la petición de la fiscal jefe, Carla del Ponte, para que se nombrara un abogado de oficio.
El antiguo hombre fuerte de Serbia demostró hoy que puede asumir su defensa, con respuestas bien estructuradas en inglés sin recurrir en ningún momento a la traducción y en una actitud combativa.
Una vez más, volvió a reiterar sus descalificaciones al tribunal como un "instrumento político y no un órgano jurídico", y denunció que está sometido a una campaña de "discriminación" con respecto a los demás presos.
"Estoy en aislamiento total y quiero saber por qué estoy aislado de mi familia, por qué no pueden venir a verme como a los demás", preguntó.
Se quejó también de estar "incomunicado" y de no poder tener contactos con sus asesores jurídicos y de estar "aislado de la prensa".
"Nadie debe tener miedo de la verdad", señaló Milosevic que dijo desear contarla a aquellos de la prensa "que deseen saberla".
El juez le explicó que en el caso de la prensa, los contactos no están estipulados en los reglamentos que rigen las normas de actuación con los detenidos, y que no ha nombrado abogado, por lo que los contactos con sus asesores son restringidos.
Cuando Milosevic intentó volver a la carga sobre la falta de legitimidad del tribunal, el juez le cortó el micrófono y le animó a presentar sus quejas por escrito.
El presidente del tribunal convocó la nueva sesión preparatoria del juicio para el próximo 29 de octubre y expresó el deseo de que el proceso comience "en los dos primeros meses del próximo año", además de nombrar un "amicus curiae", que se encargará de hacer la vigilancia del proceso y asistir al tribunal.
May explicó su rechazo a la petición de la acusación para que se nombre un abogado de oficio a Milosevic en que "no sería útil imponerlo a un acusado que desea defenderse por sí mismo".
Del Ponte pidió más tiempo para ampliar el acta de acusación contra Milosevic, porque -dijo- "las nuevas fosas comunes que han aparecido cerca de Belgrado podrían modificar los cargos relativos a Kosovo".
También recordó que ya ha anunciado su intención en el futuro próximo de "pronunciar nuevos cargos contra el acusado sobre Croacia y Bosnia-Herzegovina".
Luego, en unas declaraciones a los periodistas, la fiscal jefe afirmó que espera tener concluidas las nuevas actas "el 1 de octubre" y que en ellas "se contemplará el cargo de genocidio", el más grave.
Milosevic fue acusado el 26 de mayo de 1999, junto a otros altos cargos yugoslavos y serbios, de "crímenes contra la humanidad y violación de las leyes y costumbres de la guerra" por la actuación de las fuerzas yugoslavas en Kosovo que concluyó con la intervención de la OTAN.
El juez May rechazó la petición de más tiempo realizada por Del Ponte y afirmó que el Acta de acusación contra Milosevic "existe desde hace dos años y el acusado lleva dos meses detenido y es preciso que comience el proceso".
Milosevic, que acaba de cumplir 60 años, mostraba buen aspecto físico, y, según uno de sus asesores, el abogado serbio, Zdenko Tomanovic, "está animado".
Una muestra de ello es su deseo de escuchar música para lo que en su última visita, Tomanovic le entregó varios discos compactos, tres de Frank Sinatra, tres de Celine Dion y uno de los Gipsy Kings, según dijo a los periodistas.