GUATEMALA.- El Presidente Alfonso Portillo dijo que la hambruna en comunidades del este del país, que ha causado la muerte de 41 personas, es el reflejo de lo que vive la mayoría de la población y "no debería de sorprender a nadie".
Portillo fue interrogado por periodistas locales sobre la crisis alimentaria que abate a las comunidades de Camotán y Jocotán, ubicadas a unos 260 kilómetros al este de la capital.
"El 80% de la población está en la miseria y eso no es un secreto", indicó Portillo, quien aprovechó para justificar la implementación de una reforma fiscal, cuyos ingresos serán en parte destinados a proyectos de seguridad alimentaria.
Portillo dijo que se proporcionará ayuda a las comunidades afectadas, por lo que envió a una comisión encabezada por el vicepresidente Francisco Reyes al lugar.
"Eso sí", advirtió el mandatario, "no pueden decir que ese problema, igual que otros, es producto de este gobierno".
Grupos de la sociedad y el sector privado iniciaron una campaña de solidaridad para llevar alimentos y medicinas a las comunidades que padecen por la falta de comida. Muchos han criticado la percibida pasividad del gobierno ante la situación.
Estos esfuerzos civiles fueron blanco de las críticas del vicepresidente Reyes, para quien "los sectores y personas que les gusta salir haciendo show y dando ayuda, mejor deberían pagar sus impuestos".
Unos 31 niños permanecen en una clínica de beneficencia en Jocotán debido a que presentan cuadros críticos de desnutrición.
La crisis alimentaria en las dos comunidades fue denunciada la semana pasada por la prensa local.
El Programa Mundial de Alimentos catalogó la situación en las comunidades afectadas como "un problema de pobreza estructural", que según las autoridades se vio agravada por la sequía que afecta a la región centroamericana y la pérdida de empleos derivada de los bajos precios del café.