BRASILIA.- Una comisión del Congreso brasileño aprobó el miércoles un polémico código forestal que generó la animadversión del gobierno y de ecologistas, quienes advirtieron que la iniciativa abrirá las puertas a una destrucción descontrolada de la Amazonía.
El proyecto de código forestal fue acogido por votación de 13-2 en una comisión especial de ambas cámaras del Congreso, pero sus adversarios aseguraron que será derrotada cuando llegue al plenario, y el presidente Fernando Henrique Cardoso adelantó que la vetará si llega a ser aprobada.
La sesión en que se aprobó el código fue interrumpida cuando dos activistas de la organización ecologista Greenpeace se esposaron a una barrera de la sala parlamentaria, desplegaron una manta con la leyenda "Tala de bosques no" y activaron una alarma que impidió los debates.
La iniciativa contó con el aval de la poderosa "bancada ruralista" del Congreso, que representa a los empresarios agrícolas interesados en reducir los límites de áreas que deben ser preservadas en los diferentes ecosistemas del país.
Según el diputado ecologista Fernando Gabeira, los ruralistas "tienen en su contra al gobierno, la oposición, la opinión pública nacional y la opinión pública internacional".
El proyecto sustituiría un decreto provisional emitido por el gobierno dos años atrás, que fija un límite mínimo de 80 por ciento de reserva ambiental en las propiedades privadas de la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo.
"Con la actual medida provisoria, 20 millones de brasileños están sin condiciones de producir y llegar al mercado consumidor", declaró el diputado Marcio Bittar, del Partido Popular Socialista, al defender la iniciativa.
En el caso de la Amazonía, el proyecto elaborado por el diputado Moacir Miccheleto mantiene la reserva legal en 80 por ciento de las propiedades privadas, pero deja abierta la posibilidad de que estados y municipios lo reduzcan hasta 20 por ciento si así lo determina un estudio de la región.
Asimismo, reduce de 35 a 20 por ciento el área que debe ser resguardada en la sabana tropical conocida como Cerrado, citada por organizaciones ecologistas internacionales como uno de los 10 ecosistemas más amenazados del mundo.
El portavoz del presidente Cardoso, Georges Lamaziere, dijo a la prensa que el mandatario vetaría el proyecto aprobado en comisión si llega a ser acogido por el plenario.
"No hay necesidad de ampliar las áreas de tala. El gobierno tiene la certeza de que el Congreso comparte su visión y que no aprobará nada que lleve al presidente a la necesidad de vetar el proyecto", declaro Lamaziere.
El proyecto de código forestal acogido el miércoles por la comisión tuvo el respaldo de la Confederación Nacional de Agricultura (CNA), que agrupa a los empresarios del sector.
"No estamos en contra de la preservación de la Amazonía, es un derecho de la sociedad brasileña, pero consideramos exagerada la medida de mantener 80 por ciento de protección", declaró el asesor ambiental de la CNA, Assuero Veronez, en una entrevista reciente.
Recordó que ese límite es sólo en las propiedades privadas, que componen 25,6 por ciento de la Amazonía. El resto está bajo diferentes formas de protección.