BELGRADO, Yugoslavia.- Slobodan Milosevic no aceptó a los abogados nombrados por el tribunal de crímenes de guerra para asistirlo en su defensa y no tendrá contacto alguno con ellos, dijo el viernes su representante legal en Belgrado.
Zdenko Tomanovic, asesor y amigo de la familia Milosevic, dijo a The Associated Press que el ex presidente yugoslavo rechazó cualquier asistencia en su próximo juicio, en La Haya, Holanda.
Al actuar, cualquiera de los abogados nombrados... se convierten en cómplices del proceso, motivado políticamente, que se sigue contra el líder yugoslavo que defendió al país contra los agresores de la OTAN, dijo Milosevic vía telefónica el jueves a Tomanovic, según éste.
Los abogados -un británico, un yugoslavo, y un holandés- fueron nombrados ayer por el tribunal. Actuarán como "amigos del tribunal", no como consejeros de defensa. Si bien no representarán a Milosevic, tienen la misión de asegurar que sus derechos e intereses sean protegidos para que su juicio sea justo, según el tribunal.
"El nombramiento de los abogados, sin su consentimiento, reafirmó la convicción de Milosevic de que el tribunal es falso e ilegal", dijo Tomanovic.
Milosevic, que ha comparecido en dos ocasiones ante el tribunal en actitud de confrontación desde que fue transferido a La Haya el 28 de junio, ha dicho que considera ese tribunal ilegal y no reconoce su derecho de juzgarlo. Su rechazo de los abogados del tribunal no tiene efectos legales.
Según los procedimientos del tribunal, los abogados deberán preparar mociones antes del juicio, hacer presentaciones o interponer objeciones durante los testimonios, e indicar cualquier evidencia que pudiera ser de ayuda para Milosevic. No iniciarían una estrategia de defensa.
La semana pasada, el tribunal había dicho ya que Milosevic puede representarse a sí mismo puesto que es licenciado en derecho.
Diarios de Belgrado informaron el viernes que empezaron las exhumaciones en la cuarta fosa común, donde según las autoridades estarían los cadáveres de víctimas de la etnia albanesa supuestamente asesinados durante los ataques étnicos de Milosevic contra descendientes de albaneses en Kosovo, en 1999.
Hasta ahora los investigadores han exhumado 340 cadáveres de tres fosas comunes en Serbia a principios de este año, meses después que el gobierno prooccidental derrocó a Milosevic. La policía dice que Milosevic transfirió los cadáveres desde Kosovo para tratar de ocultar evidencia de crímenes de guerra.
