PARIS.- Una organización internacional que lucha contra el lavado de dinero dio marcha atrás en sus intenciones de sancionar a Rusia, indicando que el gobierno de Moscú ha dado pasos importantes para impedir el delito.
No obstante, la "Fuerza Operativa Acción Financiera" (FATF), con sede en París y apoyada por unos 30 países industrializados, advirtió a Filipinas que podría enfrentar sanciones a partir del 30 de septiembre si no tomaba acciones inmediatas contra el lavado de dinero.
Además de Filipinas, el único otro país que fue amenazado con sanciones fue la minúscula isla de Nauru, en el Océano Pacífico, a la cual se le dio un plazo hasta el 30 de noviembre para poner sus finanzas en orden.
La FATF, establecida a finales de la década de 1980 por el Grupo de los Siete países más industrializados del mundo, dijo que sus miembros habían decidido mantener a Rusia bajo vigilancia y colocarla en una "lista negra" que incluye a otros países cuyo desempeño financiero es supervisado para controlar posibles delitos de lavado de dinero, como Ucrania y Granada.
La lista, divulgada el viernes después de una semana de negociaciones efectuadas en París, incluye también a Guatemala, Israel, Hungría, Egipto, Indonesia, el Líbano, Nigeria, Dominica, las islas Cook y Marshall, Myanmar, Niue, Saint Kitts y Nevis, así como San Vicente y las Granadinas.
Sin embargo, Filipinas y Nauru son las únicas dos naciones que aparecen en la "lista negra" que fueron amenazadas con la aplicación de sanciones en breve plazo. Entre las posibles sanciones se hallan negarle licencias a los bancos de esos países para operar en los estados miembros de la FATF e informar a la comunidad empresarial internacional de que operar en las naciones que aparecen en la lista es arriesgado, dijo la organización.
Estados Unidos, una de las naciones miembros de la FATF, alabó el anuncio en una declaración divulgada este viernes por el subsecretario del Tesoro para asuntos internacionales, Jimmy Gurule, quien explicó que las decisiones tomadas por la entidad enfatizaban la importancia de ejecutar acciones internacionales coordinadas.
La FATF no mencionó cifras específicas del dinero lavado internacionalmente por medio de cuentas en bancos, pero dijo que "estimaciones liberales" indicaban que alcanzaba a 1,5 billones de dólares anualmente, tanto como el Producto Bruto Interno de Francia.
Funcionarios del gobierno de Moscú expresaron su satisfacción por la decisión de la FATF de que las medidas tomadas contra el lavado de dinero en Rusia, incluyendo una legislación aprobada este año que regula la forma en que los bancos rusos operan, resultaran suficientes para salvar al país de las sanciones.
Sin embargo, el director del Comité de Asuntos Bancarios de la cámara baja del parlamento ruso, Alexander Shokhin, dijo que el hecho de que el país continuara incluido en la "lista negra" de la FATF significaba que los inversionistas internacionales aún se mantendrán alejados de la nación europea.
"Por el momento, esta decisión no significa nada para Rusia. No nos permitirá lograr ningún desarrollo positivo en la posición de las compañías y bancos rusos en los mercados mundiales", dijo a Reuters.