NUEVA YORK.- Los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines se habrían enfrentado con los aeropiratas antes de que el Boeing 757 en el que viajaban se estrellara en Pensilvania, a cerca de 400 km de Washington adonde se dirigía, informaron las autoridades estadounidenses.
Los últimos y trágicos momentos de los 38 pasajeros y siete miembros de la tripulación, se conocieron gracias a las conversaciones telefónicas que mantuvieron de algunos con sus allegados y a las grabaciones de las comunicaciones entre el aparato y los controladores aéreos, reproducidas por varios medios.
El mismo día, con minutos de diferencia otros tres aviones fueron desviados por kamikazes hasta estrellarse: dos contra las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York y uno contra el Pentágono en Washington.
A las 08H01 hora locales, un Boeing repleto de pasajeros despegó del aeropuerto de Newark -en Nueva Jersey- hacia San Francisco, California.
Pero, cerca de 90 minutos más tarde, los controladores aéreos constataron que el avión se había desviado en dirección a Washington.
Escucharon a alguien gritando desde la cabina: "salgan de aquí", y poco más tarde tras un enfrentamiento, la misma orden.
La cadena de televisión CNN informó que en ese momento se escucha a alguien decir en un pésimo inglés: "Aquí está su comandante. Hay una bomba en el avión. Permanezcan sentados. Hay una bomba en el avión. Quédense tranquilos. Vamos a responder a sus demandas. Vamos al aeropuerto".
En este momento uno de los pasajeros Jeremy Glick, de 31 años llamó por teléfono a su esposa Lyzbeth, según contó su cuñado al Washington Post.
Durante la conversación Glick relató que el avión fue desviado por tres hombres con apariencia correspondiente a los habitantes del Medio Oriente, armados con cuchillos y que decían que tenían una caja roja que albergaba una bomba.
Los aeropiratas, que portaban un pañuelo rojo en la frente, llevaron al equipaje y a los pasajeros hacia la cola del avión.
Cuando su mujer le cuenta que un avión suicida se había estrellado contra una de las torres gemelas del World Trade Center, Jeremy Glick decidió reaccionar, conjuntamente con otros pasajeros.
"Querían impedir (a los aeropiratas) que lograran sus propósitos aun sabiendo que el hacer esto significaba el fin de sus vidas", afirmó la esposa de Hurwitt.
Un empresario de California, de 38 años, Thomas Burnett, llamó a su esposa Deena en cuatro oportunidades.
Después de que los secuestradores asesinaran a uno de los pasajeros, le anunció a su mujer que conjuntamente con otros iban "a hacer algo" para impedir las acciones del comando suicida.
Lyzbeth Glick, durante la conversación que mantuvo con su marido le pide al padre que llame a la policía federal (FBI). Los agentes pudieron grabar 20 minutos de la conversación que termina "con gritos y ruidos diversos".
El Boeing efectuó en ese momento varias maniobras sorprendentes y a las 10H03 locales, los radares pierden el rastro del avión. Acaba de estrellarse en un campo, en el oeste de Pensilvania.
Según las autoridades estadounidenses, los terroristas tenían la intención de estrellar el aparato contra la Casa Blanca. "Llegué a la conclusión de que hubo un enfrentamiento abordo y que un individuo en una actitud heroica dijo: 'Vamos a morir, vamos a hacerlo estrellar aquí"', declaró John Murtha, legislador de Pensilvania.