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Moscú negocia su papel y da pruebas indirectas contra Bin Laden

El subsecretario de Estado norteamericano, Richard Armitage, se reunió hoy con el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Viacheslav Trúbnikov, en medio de la alarma del Kremlin por las implicaciones de decir sí o no a la coalición promovida por EE.UU.

19 de Septiembre de 2001 | 09:16 | EFE
MOSCÚ.- Rusia negoció hoy con Estados Unidos a puerta cerrada hasta dónde comprometerse en la campaña de Washington contra el saudí Osama Bin Laden y el régimen talibán de Afganistán.

El subsecretario de Estado norteamericano, Richard Armitage, se reunió con el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Viacheslav Trúbnikov, en medio de la alarma del Kremlin por las implicaciones de decir sí o no a la coalición promovida por EE.UU.

Versiones contradictorias en Moscú y Asia Central discreparon en torno al posible uso de bases militares rusas y de otros países ex soviéticos de la zona.

En Moscú, fuentes militares filtraron a varios medios que en la reunión Armitage-Trúbnikov se abordó la eventual utilización de la "infraestructura militar rusa" en las repúblicas centroasiáticas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

"La penetración de fuerzas de tierra podría hacerse desde el territorio (afgano) controlado por la Alianza del Norte" que lucha contra los talibán, según las mismas fuentes.

Pero en Dushambé, capital de Tayikistán, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Anatoli Kvashnin, declaró rotundamente que Moscú "no ha participado ni participará en acciones militares de EE.UU".

Tras el ataque a EE.UU., el Kremlin alternó sus condenas al terrorismo con un ostensible despegue de una operación militar, presumiblemente por aprensión ante los posibles efectos en Asia Central, que considera dentro de su "esfera de influencia".

Armitage y Trúbnikov se encerraron durante varias horas en la primera reunión directa Moscú-Washington dedicada específicamente a Afganistán desde el ataque terrorista perpetrado en EE.UU. el 11 de septiembre.

Los servicios secretos rusos filtraron con gran despliegue que Moscú tiene y "ha entregado" a Washington "pruebas circunstanciales" de la vinculación de Bin Laden en el brutal ataque.

Pero el espionaje ruso, que confirmó que uno de los 19 individuos que secuestraron los cuatro aviones usados en los atentados suicidas combatió en Chechenia, matizó que "por ahora no hay pruebas directas" de la implicación del proscrito millonario saudí.

La cita, cuarta de un grupo de trabajo creado por ambos países el año pasado para encarar la amenaza terrorista talibán, coincidió con la gira a los antiguos países soviéticos de Asia Central de Kvashnin y otro alto cargo ruso.

Kvashnin se entrevistó con el presidente tayiko, Emomalí Rajmónov, y visitó la base donde están los 7.500 soldados de la división de infantería motorizada 201, parte del contingente de unos 25.000 militares rusos en ese país, fronterizo con Afganistán.

El alto cargo militar declaró que "no tiene sentido" que soldados rusos participen en una operación en Afganistán que a fin de cuentas "es ante todo un asunto de EE.UU".

Al mismo tiempo, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Vladímir Rushailo, prosiguió una gira por Asia Central por encargo del presidente Vladímir Putin, y afirmó que "se podrá luchar cuanto se quiera contra el terrorismo, pero eso no resuelve el problema".

Rushailo dijo en Tashkent, capital de Uzbekistán, que la clave para frenar el terrorismo "es descubrir y desarticular los centros financieros" de los extremistas.

Islam Karímov, presidente de Uzbekistán, país que hace dos días prometió "todo" su apoyo a EE.UU, dijo hoy que está "abierto a las consultas sobre la lucha conjunta contra los campos y bases creados en Afganistán y otros territorios".

"Si se demuestra que el acto terrorista se preparó en Afganistán, el castigo debe efectuarse", agregó, y afirmó que Washington "no declara la guerra a Afganistán, sino que lucha contra el terrorismo internacional".

Karímov, en cuyo país opera un grupo ligado a Bin Laden, dijo que "Afganistán es uno de los polígonos donde se adiestran terroristas de toda calaña y para todos los países", aunque señaló que por ahora "no ha habido consultas ni se han asumido compromisos" con EE.UU.

Junto a Uzbekistán y Tayikistán, fronterizos con una parte del territorio afgano en poder de la Alianza del Norte, los otros tres países centroasiáticos son Kazajistán, Turkmenistán y Kirguizistán, que no se han pronunciado claramente sobre una acción militar.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Igor Ivanov, llegó el martes a EE.UU. con "propuestas concretas" de lucha contra el terrorismo y dijo que cada país de la CEI "decidirá por su cuenta hasta qué punto y cómo cooperará" con Washington ante el desafío.

El presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, dijo que se puede "rehusar" el apoyo a EE.UU., pero advirtió de que el mundo se dividirá así entre "luchadores activos contra el terrorismo y observadores pasivos que no asumen ningunas obligaciones".
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