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Critican ubicación de planta petroquímica que explotó en Francia

El eurodiputado ecologista francés Gérard Onesta recordó hoy, en declaraciones a la televisión pública "France 2", que su partido llevaba muchos años denunciando la presencia de la planta de AZF, construida hace décadas, a sólo unos centenares de metros de zonas habitadas y a poco más de tres kilómetros del centro de Toulouse.

22 de Septiembre de 2001 | 11:41 | EFE
PARIS.- La búsqueda de víctimas continúa hoy entre los escombros del complejo petroquímico de Toulouse, destruido por una explosión que provocó al menos 26 muertes, mientras crece la polémica por la presencia de esa instalación, clasificada como muy peligrosa, a pocos cientos de metros de zonas habitadas.

El alcalde de la ciudad, Philippe Douste-Blazy, señaló que de los 26 muertos contabilizados provisionalmente, 20 fallecieron cuando se encontraban en la fábrica AZF (propiedad de TotalFinaElf), y el resto en las proximidades, incluso uno de ellos era un estudiante que estaba en su instituto.

En torno a una veintena de personas, aunque los servicios de salvamento no se arriesgan a dar una cifra precisa, están desaparecidas y de los más de 2.200 que tuvieron que recibir atención médica tras la deflagración a media mañana de ayer seguían hospitalizadas 658 hoy a mediodía, de las cuales 50 en estado grave.

Entre estos últimos está el camionero español José Cruañes, que sufrió impactos de cascotes y cristales que le provocaron heridas, sobre todo en la cabeza, indicaron a EFE fuentes consulares.

Cruañes, que trabaja para una empresa de transporte de la localidad gerundense de Argelaguer, fue intervenido ayer en el hospital de Rangueil de una fractura en el cráneo y los médicos señalaron que su estado es grave, aunque evoluciona favorablemente.

Decenas de bomberos trabajaban un día después en las proximidades del lugar de la explosión, en donde se formó un cráter de diez metros de profundidad y cincuenta de diámetro.

Centenares de personas cuyas viviendas resultaron dañadas por la deflagración, accidental según los primeros indicios, pasaron la noche en gimnasios y otros locales que fueron acondicionados para acogerles.

La explosión, que generó un temblor similar a un terremoto de 3,4 grados en la escala de Richter y fue sentida en toda el área metropolitana de Toulouse, causó gran conmoción en sus habitantes, algunos de los cuales pensaron en un primer momento que se trataba de un ataque aéreo similar al ocurrido en Estados Unidos.

La ciudad volvía hoy poco a poco a la normalidad y al final de la mañana ya se habían abierto las vías de circunvalación afectadas por la onda expansiva, y la mitad de las líneas de autobús urbano circulaban de nuevo (muchos de los autocares que estaban en el depósito resultaron afectados).

Respecto a las causas del siniestro, el presidente de Total Fina Elf, Thierry Desmarest, señaló que es pronto para determinarlas, pero insistió en que, además de las diversas investigaciones oficiales abiertas, su empresa ha iniciado otra interna.

También aseguró que la compañía "desplegará todos los medios posibles para manifestar su solidaridad con las familias de las víctimas y con los habitantes de Toulouse afectados por la catástrofe".

El líder del minoritario partido Generación Ecología, Brice Lalonde, señaló la posibilidad de que la deflagración se hubiera producido por nitrato de amoniaco, un producto usado como fertilizante o como explosivo en canteras, pero también "utilizado ahora por los terroristas".

El siniestro provocó las protestas de los afectados por la presencia de la planta petroquímica junto a zonas habitadas, máxime cuando se trata de una de las 1.250 instalaciones industriales francesas consideradas peligrosas y sometidas a la directiva europea conocida como "Seveso".

El alcalde se pronunció hoy a favor del traslado de las instalaciones peligrosas "fuera de las aglomeraciones" urbanas, una "cuestión que ya no se planteará más para Toulouse, me parece evidente, pero pienso también en otras ciudades" porque "hay que sacar las consecuencias de este tipo de drama".

El eurodiputado ecologista francés Gérard Onesta recordó hoy, en declaraciones a la televisión pública "France 2", que su partido llevaba muchos años denunciando la presencia de la planta de AZF, construida hace décadas, a sólo unos centenares de metros de zonas habitadas y a poco más de tres kilómetros del centro de Toulouse.
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