WASHINGTON.- Las medidas de seguridad en torno a los 103 reactores atómicos de Estados Unidos se concentraron durante décadas en impedir ataques de comandos, sabotaje interno y posibles vehículos con explosivos. Desde el ataque al Centro Mundial de Comercio, las plantas han desplegado un estado de alerta sin precedente.
Pero los reguladores del gobierno y los ejecutivos de la industria reconocieron el martes que incluso las medidas de seguridad actuales no serían del todo adecuadas para impedir un tipo de misión suicida -tales como aeronaves repletas de combustible- similares a los recientes ataques contra Nueva York y Washington.
"Nunca tuvimos motivo para sopesar la posibilidad de que alguien pudiese usar una aeronave comercial (en un ataque) y enfrentarnos a la posibilidad de que esa amenaza se presente si viniese a una gran velocidad", indicó Richard Meserve, presidente de la Comisión Reguladora Atómica, en una entrevista.
Los ataques del 11 de setiembre han llevado a modificar por completo el tipo de amenazas que podrían enfrentar los reactores en operación.
En días recientes, los operadores de plantas de energía han tomado medidas para redoblar la seguridad: los 72 reactores han sido puestos en alerta máxima, se han emplazado un mayor número de guardias, se han aumentado las patrullas de seguridad y se ha reducido el acceso a las áreas de las plantas de mayor vulnerabilidad.
Aviones de combate han sido puestos en alerta en 26 instalaciones militares, listos para interceptar aeronaves que pudiesen constituir una amenaza.
Funcionarios oficiales se han abstenido de dar detalles, pero suponen que esas aeronaves estarían disponibles si se tuviese como blanco a un reactor.
Las plantas de energía atómica "son consideradas como parte de la defensa nacional", dijo Meserve sin dar detalles. Estamos en estrecha coordinación con el FBI y con los militares, indicó un funcionario de la comisión.
En una conferencia de prensa, Paul Leventhal, presidente del Instituto de Control Atómico, alegó que se debería enviar a la Guardia Nacional a vigilar los 103 reactores de energía comercial en 31 estados, seguida de otras fuerzas militares equipadas con artillería antiaérea.