MOSCU.- La Fiscalía rusa inició este viernes una investigación criminal por posible acto de terrorismo luego de la explosión de un avión ruso sobre el Mar Negro, que la víspera causó la muerte de las 76 personas que viajaban a bordo.
Los familiares de las víctimas empezaban a ser trasladadas al balneario ruso de Sochi, a 180 kilómetros del lugar donde el aparato se estrelló tras inexplicable explosión.
El avión, un Tupolev TU-154 de la compañía rusa Sibir con 64 pasajeros, entre ellos una mayoría de israelíes, y 12 tripulantes a bordo volaba el jueves de Tel Aviv rumbo a la localidad siberiana de Novosibirsk cuando desapareció de los radares.
Las primeras informaciones sugirieron que la explosión podría deberse al disparo accidental de un misil ucranio o a un ataque terrorista, hipótesis que tanto las autoridades rusas como las israelíes señalaron no se podía descartar.
Ucrania desmintió formalmente que el avión fuera derribado accidentalmente por un misil durante unas maniobras ruso-ucranias.
Un portavoz de la flota rusa del Mar Negro, Igor Laritchev, había dicho anteriormente a la AFP que un misil tierra-aire disparado durante ejercicios en Crimea había destruido el avión en pleno vuelo. Pero las autoridades de la flota desmintieron esa información un poco más tarde.
En Washington, un funcionario que solicitó el anonimato indicó que era "posible que fuera un trágico accidente y no un acto terrorista" y que "por ahora creemos que fue derribado por el gobierno ucranio". El diario Washington Post señaló este viernes que satélites espía norteamericanos detectaron que las tropas ucranianas dispararon un misil apenas momentos antes de la caída del aparato.
Pero el presidente ucranio, Leonid Kuchma, en una conversación telefónica el jueves por la noche con su homólogo ruso, Vladimir Putin, rechazó cualquier implicación de su ejército y calificó esas informaciones de "totalmente infundadas", según la agencia rusa Interfax.
El fiscal general del Estado ruso, Vladimir Ustinov, ordenó este viernes la apertura de una investigación por presunto terrorismo bajo la dirección de su adjunto, Serguei Fridinski.
Una comisión de investigación encabezada por el jefe del Consejo de Seguridad ruso, Vladimir Rushailo, voló el viernes a Sochi para examinar las pruebas reunidas por siete barcos rusos en el lugar de la tragedia. Sin embargo, la oficina del alcalde de Sochi consideró poco probable que se pudiera recuperar la caja negra del avión, que se hallaría a unos 1.000 metros de profundidad.
Un responsable de las tareas de rescate, citado por la agencia Interfax, indicó que un fragmento de la cabina presentaba tres agujeros similares a los producidos por balas. La información no ha sido confirmada aún por los especialistas.
Rusia e Israel recibieron numerosos mensajes de condolencias después de lo que el Primer ministró israelí Ariel Sharon calificó de "catástrofe".
La mayoría de los pasajeros israelíes a bordo del aparato eran judíos rusos emigrados recientemente. Esta catátrofe se produjo menos de un mes después de los atentados terroristas perpetrados con aviones en Estados Unidos.