JERUSALÉN.- Un israelí y un palestino suicida murieron en el norte de Israel hoy, domingo, cuando el segundo activó una carga explosiva que llevaba encima.
Los hechos se produjeron alrededor de las 08.15 hora local (05.15 GMT) junto al "kibutz" Shelujot, del valle de Bet Seán, cuando el joven suicida palestino activó la carga explosiva junto al coche del israelí, y ambos murieron en el acto.
El israelí, de nombre Yaír Mordejai y miembro del "kibutz", había detenido su vehículo a unos 150 metros de la entrada de esa comunidad, a la que se dirigía, con objeto de averiguar la identidad del palestino -que pasaba por el lugar y le resultó sospechoso-, así como sus intenciones.
La israelí Maia Cohen, una habitante de la cooperativa agrícola ("moshav", en hebreo) vecina Sdei Temurot -que fue testigo presencial de los hechos desde su vehículo, aunque no resultó herida-, contó que cuando se acercó al lugar de los hechos vio "un coche aparcado en medio de la carretera y a su conductor hablando con un joven palestino a través de la ventana".
Inmediatamente después de que Cohen adelantara al coche aparcado en medio de la carretera se produjo una potente explosión, por lo que detuvo su vehículo y se dirigió a pie a la entrada del "kibutz", junto con su hija pequeña, desde donde llamó a la Policía.
En un principio, la Policía israelí pensó que los dos muertos eran palestinos y que había explotado antes de tiempo el coche-bomba que ocupaban, pero al avanzar la investigación cambió su versión.
El comandante de la Policía israelí en la zona, Dov Lutzky, planteó la posibilidad de que "tal vez el terrorista llegó a pie al lugar de los hechos, procedente de alguna de las aldeas palestinas que están junto a la línea de costura", del lado de Cisjordania.
La "línea de costura" separa a Israel de Cisjordania, pero los israelíes se niegan a llamarla frontera por considerar que su Estado no tiene límites definitivos, sino que éstos se fijarán en negociaciones con los palestinos.
Pero el responsable policial no descartó la posibilidad de que "el terrorista tuviera cómplices que lo condujeron al lugar de los hechos", y que éstos fueran ciudadanos árabes de Israel.
En cuanto al lugar del atentado planificado, la Policía israelí maneja dos hipótesis: el propio "kibutz" Shelujot, o un lugar más concurrido de israel al que se dirigía el palestino, con objeto de activar allí la carga explosiva y causar el mayor número posible de muertos.
El último alto el fuego que anunciaron el pasado 26 de septiembre el presidente palestino, Yaser Arafat, y el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, no sólo no redujo la violencia sino que parece haberla incrementado.
Desde entonces, casi no hay una jornada sin muertos y heridos, y más de 30 palestinos y de diez israelíes fallecieron en esos diez días.
La actual ola de violencia entre ambas partes -que se agrava- comenzó hace poco más de un año y en ese período de tiempo murieron más de 700 palestinos y casi 200 israelíes, tanto civiles como militares.
La crisis en aumento entre israelíes y palestinos dificulta la creación de una coalición antiterrorista, encabezada por Estados Unidos y que han de integrar algunos países árabes en respuesta a los atentados que al parecer cometieron integristas islámicos en Nueva York y en Washington el pasado 11 de septiembre.