ISLAMABAD.- El Gobierno de Pakistán, en un nuevo paso para cortar vínculos con el régimen talibán afgano, ha ordenado congelar las cuentas y las propiedades que sus dirigentes tienen en territorio paquistaní.
La orden, en línea con la resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, fue transmitida por el Banco del Estado de Pakistán a las entidades bancarias del país antes de los atentados del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos, aunque la aplicaron a raíz de la actual presión internacional.
En su circular, el Banco del Estado de Pakistán da además a los bancos comerciales la instrucción de facilitar el estado de cuentas y una relación de la propiedades que pudieran tener 146 destacados miembros del régimen talibán, así como diez árabes, incluidos el terrorista saudí Osama Bin Laden, acusado por Washington de ser el responsable de los atentados del 11 de septiembre.
La larga lista elaborada por el Gobierno paquistaní con los nombres y cargos contra los que existe orden de congelar sus cuentas y propiedades, incluye a todos los ministros, viceministros, gobernadores, alcaldes de las mayores ciudades de Afganistán, y a directivos de las empresas del Estado.
Estados Unidos y la coalición internacional antiterrorista acusan al régimen talibán de cobijar a Bin Laden y a su organización "Al Qaeda", responsable de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington, que causaron cerca de 6.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
Los talibán, que mantienen abierta su embajada en Islamabad y con los que Pakistán continúan teniendo relaciones diplomáticas, se niegan a entregar a Bin Laden a Estados Unidos para que sea juzgado.
También, y al igual que ya han hecho otras naciones, el Gobierno paquistaní ordenó congelar las cuentas y propiedades de los lugartenientes de Bin Laden.
Entre éstos, las del cuñado de Bin Laden y jefe de finanzas, el también saudí, Saad Al Sharif, las del egipcio y responsable de seguridad, Saif Al Haq, y de Zain Al Abidin Husein, palestino de nacionalidad jordana, y encargado de la logística exterior de apoyo a las células de la organización "Al Qaeda", fundada en Afganistán a principios de la década de los 90.
También el gobierno de Pakistán ha ordenado congelar las cuentas bancarias y propiedades de la compañía aérea "Ariana Afgan Airlines", que tiene sus vuelos suspendidos, así como de los bancos "Da Afghanistan Bank" y "Afghanistan Montaz Bank".
"Las cuentas de los talibán y de árabes han sido congeladas, aunque no las de todos los afganos que residen en Pakistán", manifestó al diario paquistaní "Dawn" un destacado ejecutivo del banco estatal paquistaní que pidió no ser identificado.
El cerco financiero internacional al régimen talibán, al que se ha sumado Pakistán, forma parte de la estrategia emprendida por Estados Unidos y un amplio número de países, con el objetivo de impedir que Afganistán continúe siendo uno de los epicentros del adiestramiento de terroristas.
La medida ha sido adoptada por Pakistán después de la presión ejercida por Estados Unidos, que ya en junio del año 2000 envió a Islamabad una delegación oficial con la finalidad de informar al Gobierno sobre las conexiones entre entidades financieras paquistaníes y la organización "Al Qaeda".
A finales del pasado mes de septiembre, Estados Unidos incluyó a las dos organizaciones musulmanas de ayuda humanitaria que trabajan en la frontera de Pakistán con Afganistán, "Al Rashid" y "Wafa Humanitarian Organization", en la lista de los grupos cuyas propiedades deben ser congeladas.
El banco central de Pakistán congeló el pasado 2 de octubre las propiedades de las dos citadas organizaciones de ayuda humanitaria, e incluyo una tercera, "Harakat Ul- Muyahidin", en la lista de las sospechosas de canalizar fondos para la red terrorista "Al Qaeda".