QUETA, Pakistán.- Miles de radicales islamistas salieron este lunes a las calles de varias ciudades de Pakistán, en protesta contra los ataques estadounisenses de la noche contra el vecino Afganistán, quemando edificios y enfrentándose violentamente a la policía, con un saldo de un muerto y ocho heridos.
La manifestación más importante tuvo lugar en Queta (oeste de Pakistán).
Entre 10.000 y 15.000 personas manifestaron al grito de "¡Abajo Estados Unidos!" y "¡Muerte al Presidente Bush!", e incendiaron tres cines, un puesto de policía, un centro comercial y parte de las oficinas de la UNICEF.
También dañaron numerosos vehículos estacionados por la ciudad, constató un corresponsal de la agencia France Presse.
Frente a la creciente violencia la policía trató de dispersar a los manifestantes con gases lagrimógenos. Se pudieron escuchar disparos de armas automáticas y camiones militares se desplegaron por la ciudad.
Según fuentes médicas, un manifestante murió y otros ocho resultaron heridos.
Los actos violentos se produjeron después que los responsables religiosos de varias mezquitas de Queta declararan una "Jihad (guerra santa) obligatoria" para los musulmanes paquistaníes, tras los ataques de Estados Unidos y sus aliados contra Afganistán.
El ánimo anti-estadounidense de las manifestaciones se transformó rápidamente en un sentimiento anti-extranjero.
Cuando los manifestantes trataron de acercarse al lujoso Serena Hotel, donde están alojados numerosos periodistas occidentales, la policía tuvo que disparar veinte granadas lacrimógenas para mantenerlos a distancia.
"No sabemos cuántos manifestantes hay. Es que hay tantos", declaró un vocero de la policía.
Otra manifestación, que congregó a unas 10.000 personas, tuvo lugar sin incidentes en el paso fronterizo de Shaman, entre Afganistán y Pakistán.
Los participantes quemaron retratos del Presidente paquistaní Pervez Musharraf, que apoyó la lucha antiterrorista iniciada por Estados Unidos. Los aviones y los misiles de la noche del domingo transitaron por el espacio aéreo de este país.
La policía paquistaní también utilizó gases lagrimógenos en la ciudad de Peshawar (noroeste) donde 1.500 personas manifestaban. En esta ciudad, los radicales islamistas no consiguieron movilizar sus tropas.
"¡Osama es nuestro líder espiritual!", gritaron los participantes.
En la capital Islamabad, unos 1.500 estudiantes armados con porras manifestaron coreando lemas anti-estadounidenses, a proximidad del Centro Cultural Estadounidense, edificio protegido por un impresionante dispositivo policial.
Manifestaciones del mismo tipo tuvieron lugar en Lahore (este) y Karachi (sur).
Pakistán mantendrá fronteras cerradas con Afganistán
El Gobierno de Pakistán mantendrá cerrada la frontera con Afganistán a pesar del creciente flujo de afganos, y asegura que controla la reacción de los grupos radicales paquistaníes indignados con los ataques británico-estadounidenses.
El Presidente de Pakistán, general Pervez Musharrah, indico hoy , en una rueda de presa que su país "no puede abrir la frontera" a más refugiados afganos cuando ya tiene cerca de tres millones.
"Abrir la frontera con Afganistán hará que crezca la confrontación entre la población local y los refugiados", manifestó el presidente paquistaní en su primera rueda de prensa desde los atentados del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos.
A pesar del cierre oficial de la frontera, el Presidente Musharraz, prevé que alrededor de un millón de afganos podrían atravesar la línea divisoria de su país con Afganistán por los pasos mas remotos.