NUEVA DELHI.- Tropas de la India y Pakistán se enfrascaron a tiros el lunes por la noche en la frontera de la disputada zona de Cachemira, a pesar de exhortaciones de Estados Unidos a ambas potencias nucleares a aliviar las tensiones en el área.
El tiroteo, que cedió al amanecer del martes, coincidió con una visita a la regin del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.
Powell llegará el martes a la India después de conversaciones en Pakistán, el aliado clave de Estados Unidos en su intervención militar contra Afganistán para que entregue al militante islámico Osama bin Laden.
La India dijo en un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores que abrió fuego el lunes en defensa propia para impedir cruces de la frontera por militantes islámicos.
Nueva Delhi acusó a Pakistán de exagerar el incidente en un intento deliberado de causar confusión durante la visita de Powell.
Un funcionario de seguridad de alto rango en el estado de Jammu y Cachemira dijo a Reuters que las tropas intercambiaron fuego en la frontera en la región meridional de Jammu. "Las tensiones son altas pero las fronteras han estado tranquilas desde el amanecer", dijo el funcionario.
Agregó que estaba esperando detalles de un incidente anterior del lunes en la frontera en que el ejército lanzó un fuerte ataque de morteros contra posiciones paquistaníes en la misma región.
Islamabad dijo que una mujer murió y 25 personas resultaron heridas en el primer incidente a consecuencia de los disparos de las tropas indias, pero la India respondió que las informaciones de disparon contra civiles paquistanies eran infundadas.
La India acusa desde hace tiempo a Pakistán de patrocinar a "terroristas" que cruzan la frontera para provocar la insurgencia en el sector indio Cachemira, el único estado de mayoría musulmana del país. Pakistán dice que sólo aporta apoyo moral a los militantes.
Estados Unidos, que teme una inestabilidad en Pakistán, ha pedido a Islamabad y Nueva Delhi un enfriamiento de las tensiones entre ellos mientras continúa sus ataques contra Afganistán, un llamamiento repetido el lunes por el presidente estadounidense George W. Bush.