WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó el viernes un proyecto de ley antiterrorista que otorga a la policía y a los organismos de inteligencia nuevos y amplios poderes para "combatir una amenaza como nunca ha visto nuestra nación hasta ahora".
"Hoy damos un paso esencial para derrotar al terrorismo al mismo tiempo que protegemos los derechos constitucionales de todos los norteamericanos", dijo Bush al firmar la legislación en la Casa Blanca.
"Este Gobierno hará cumplir esta ley con toda la urgencia de una nación en guerra", dijo Bush.
La ley, aunque un tanto debilitada en comparación a la petición original del Gobierno, amplía los poderes del FBI para interferencia telefónicas y electrónicas e impone mayores penas a quienes ayudan o financian a los terroristas.
Además, aumenta el número de delitos considerados acciones terroristas y endurece el castigo de quienes los cometen.
El proyecto de ley otorga además a la policía amplios y nuevos poderes antiterroristas para registrar en secreto las viviendas de los sospechosos y sus documentos mercantiles, así como para escuchar sus conversaciones telefónicas y leer su correo electrónico.
"Esta ley dará a los agentes de inteligencia y policiales nuevas herramientas para combatir un peligro actual", dijo Bush.
La ceremonia de firma, a la que asistió el vicepresidente Dick Cheney, miembros del Congreso y miembros de los organismos de seguridad y policiales, tuvo lugar al día siguiente que el secretario de Justicia John Ashcroft dijera que el departamento de Justicia comenzará a utilizar los nuevos poderes de inmediato.
"Tras la firma del presidente, ordenaré a los investigadores y fiscales que soliciten de inmediato mandamientos judiciales para interceptar las comunicaciones relacionadas con una lista ampliada de delitos" conforme a la nueva legislación, agregó Ashcroft.
Los legisladores, preocupados ante la posibilidad de que las autoridades abusen de los poderes que les otorga la nueva ley, le dieron una vigencia de solamente cuatro años.
Ese plazo "nos da tiempo para investigar si hubo abusos egregios", dijo la senadora demócrata Dianne Feinstein.
La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron la legislación sugerida por Bush en menos de dos meses.
Los senadores insistieron además en incluir en la ley previsiones para combatir más enérgicamente el lavado de dinero que financia a los grupos terroristas, y al mismo tiempo proteger el sistema bancario norteamericano del dinero ilícito.