WASHINGTON.- Todo el sistema de correos de EE.UU. sigue hoy en estado de alerta para detectar posibles esporas de la bacteria del ántrax, que en las últimas horas se han encontrado en edificios emblemáticos del poder de este país, como el Departamento de Estado y el Tribunal Supremo.
Los investigadores intensifican los esfuerzos para detectar el origen de ese atentado bioterrorista que mantiene bajo alerta a todo el país y en especial a sus médicos, a los que la dirección del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha pedido que vigilen también posibles casos de viruela, peste y ébola.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Información (CIA) tratan también de establecer si esos casos están relacionados con los ataques del 11 de septiembre contra el Pentágono y Nueva York, en los que murieron miles de personas y que EE.UU. atribuye al disidente saudí Osama bin Laden y su grupo Al Qaeda (La Base).
Los agentes de ambos servicios no descartan que esos ataques bioterroristas puedan deberse a grupos extremistas estadounidenses.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, confirmó hoy que se había encontrado correo impregnado con Bacillus anthracis -bacteria causante del ántrax- en una oficina de correos del Departamento de Estado que no forma parte del edificio principal, ubicado en el centro de la ciudad y a pocos metros de la Reserva Federal y el Departamento de Interior.
"Al parecer ese correo se recibió en una oficina que se encuentra al otro lado de la calle de la sede del Departamento de Estado y que llegó a las salas que gestionan la correspondencia en el Departamento", agregó Fleischer.
El Presidente de EE.UU., George W. Bush, participó hoy en el Departamento de Estado en el Foro sobre Crecimiento y Oportunidades para África, inaugurado por el secretario de Estado, Colin Powell, y en el que participan 35 países de ese continente.
El correo contaminado descubierto "no planteaba ningún peligro ni para el presidente ni para las personas que lo acompañaron", dijo Fleischer, que informó de que el servicio secreto, responsable de la protección de Bush, sabía lo ocurrido antes de que él fuera allí.
Las autoridades del Departamento de Estado no han evacuado el edificio, por el momento, por considerar que no hay peligro.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, señaló que el fardo de correo en que estaban las cartas contaminadas procedía de la oficina postal de Brentwood, cercana al Congreso y en la que trabajaban dos personas que murieron la pasada semana tras inhalar esa bacteria.
Hasta ahora se han detectado trazas de ese agente biológico en dieciséis instalaciones oficiales de EE.UU., como las oficinas de correos de Washington, Florida, Nueva Jersey y en las que sirven al Congreso, la Casa Blanca, el Departamento de Justicia, la CIA y el hospital militar Walter Reed de Maryland.
También se han dirigido cartas contaminadas a algunas de las cadenas de televisión nacionales, como NBC y CBS, y al diario "The New York Post", así como a las oficinas de la empresa editora American Media de Florida.
La detección de ese agente biológico en un área del Tribunal Supremo ha obligado a sus magistrados a reunirse por primera vez desde 1935 fuera de su sede, que seguirá cerrada hasta el martes y durante el resto de la jornada de hoy se harán pruebas adicionales, dijo la portavoz de la institución, Kathy Arberg.
"Los resultados han sido negativos excepto para un área en la oficina de correos que se sitúa en el sótano del edificio", explicó Arberg sobre la investigación en el Tribunal, un edificio cercano a las instalaciones del Congreso de EE.UU. en las que también se ha dado presencia de ese agente biológico.
Desde que se detectaron a comienzos de este mes los envíos de correo contaminado, tres personas han muerto en EE.UU. por ántrax, mientras que cinco sufren esa enfermedad en su variante pulmonar y otras seis de la cutánea.
En el caso del Tribunal Supremo, inaugurado en 1935, las esporas se encontraron en el sistema de ventilación y en la oficina de inspección de correos.