MOSCU.- Los investigadores que inspeccionan el casco retorcido del submarino nuclear Kursk, recogido del fondo del mar tras su hundimiento en agosto del año pasado, extrajeron este martes otros cuatro cuerpos del sumergible hundido en las aguas del mar de Barents.
También hallaron una nota escrita por una de las víctimas del desastre mientras los expertos continúan la delicada tarea de retirar los poderosos proyectiles nucleares del aparato.
Las cuadrillas extrajeron en total 49 cadáveres desde que el Kursk fue remolcado a un puerto seco en el norte de Rusia la semana pasada. Otros 12 habían sido extraídos por los buzos hace meses.
La totalidad de los 118 tripulantes murieron cuando poderosas explosiones precipitaron el submarino al lecho del mar de Barents durante ejercicios militares el 12 de agosto del 2000.
El casco fue reflotado por el consorcio internacional holandés "Mammoet-Smit" en una operación que costó 65 millones de dólares.
El procurador general Vladimir Ustinov, a cargo de la investigación, dijo que expertos forenses trabajan para extraer otros cuerpos que divisaron en tres compartimientos del Kursk.
El jefe de la Armada, almirante Vladimir Kuroyedov, dijo que algunos marineros al parecer lograron alejarse de los compartimientos de proa, que sufrieron más el impacto de las explosiones, entre una explosión y otra.
Eso podría explicar por qué se hallaron más cuerpos de los que se suponía encontrar.
Los investigadores hallaron una nota que dejó en una botella para su familia el contramaestre Oleg Borisov, dijo Ustinov en declaraciones difundidas por la televisión rusa e indicó que la nota era privada y que no contenía información sobre el desastre.