WASHINGTON.- Los solicitantes de visas para ingresar a los Estados Unidos estarán sujetos a una revisión de sus antecedentes a cargo del FBI, la CIA y el Servicio de Inmigración y Naturalización, anunció este miércoles el secretario de Justicia, John Ashcroft.
El procedimiento será rutinario y en algunos casos puede hacer que el expediente llegue incluso a Washington si hay sospechas sobre el solicitante, y forma parte de las severas restricciones a la inmigración anunciadas esta semana por el Presidente George W. Bush.
Las autoridades ya habían anunciado que revocaron las visas a cuatro colombianos ligados a grupos paramilitares de su país, y que estaban en observación otros 45.
También estaba en revisión las facilidades concedidas a la Argentina y Uruguay, entre otros países, para que ciertos ciudadanos ingresen sin visa a territorio estadounidense.
Ashcroft, como parte del plan presidencial, ha pedido también al Departamento de Estado que considere como "organizaciones terroristas" a 46 grupos ubicados en diversos países del mundo, a fin de que sus miembros y simpatizantes no puedan ingresar al país.
Entre los 46 no figura ninguno en país latinoamericano; uno de ellos está ubicado en España, el llamado Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre, o GRAPO. En una previa lista de 28, elaborada por el departamento de Estado, hay tres en Colombia y uno en Perú.
Ashcroft anunció también la creación de un grupo de trabajo para rastrear a las organizaciones terroristas internacionales dentro y fuera de los Estados Unidos. El propósito es evitar que sus miembros o simpatizantes ingresen al país, y si ya están aquí deportarlos.
El FBI, Inmigración, Servicio de Aduanas, CIA y otras agencias trabajarán en coordinación con el grupo de trabajo. Los departamentos de Justicia y Estado y la CIA han acordado imponer las nuevas medidas para la emisión de visa de no inmigrantes, dijo Ashcroft.
Indicó que las solicitudes de visas serán revisadas por todas esas dependencias en un proceso que tendrá dos propósitos: primero, solicitar datos biográficos adicionales y otra información relevante para la seguridad nacional, y segundo, proporcionar información adicional que el FBI, Inmigración y la CIA pueden usar como puntos de partida para conducir más investigaciones antes de conceder las visas.
En algunos casos, dijo Ashcroft, la solicitud llegará a Washington en busca de opiniones de seguridad nacional y nuevas investigaciones de antecedentes de los solicitantes. Sobre la base de todo ese proceso, el Departamento de Estado determinará si procede el pedido.
Asimismo, el departamento de Justicia ha comunicado a todo el personal de inmigración sobre los nuevos poderes que les concede la llamada Ley Patriótica firmada por Bush. Los agentes de inmigración, dijo Ashcroft, están ahora habilitados para detener, arrestar y expulsar a terroristas extranjeros.
