BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Fernando de la Rúa, destacó hoy la necesidad de llegar a una solución en el reparto de los impuestos federales, pero los gobernantes de los dos distritos más importantes dijeron que no firmarán acuerdo alguno.
De la Rúa se mostró "convencido" de que habrá entendimiento entre la administración central y los distritos federales por la distribución de impuestos, un conflicto que viene siendo objeto de intensas negociaciones desde hace más de veinte días.
En declaraciones a periodistas en la Casa Rosada, el jefe del Estado dijo que "es muy importante que el acuerdo esté firmado" antes de que mañana, jueves, inicie un viaje a Estados Unidos, al considerar que sería una demostración de "unidad política, coincidencias y ordenamiento en las cuentas fiscales".
A su vez, los gobernadores de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, y de Córdoba, José de la Sota, anticiparon que no firmarán ningún acuerdo si el Gobierno no cancela al menos "la mitad de las deudas que mantiene con las provincias en pesos", en lugar de los bonos que ha ofrecido.
El conflicto tiene su origen en los recortes que aplica la administración central sobre los recursos que corresponden a las provincias en virtud del régimen de coparticipación fiscal, con el objetivo de cumplir la política de "déficit cero", que impide al Estado gastar más de lo que ingresa por impuestos.
Los gobernadores, tanto de los partidos que apoyan el Gobierno como de la oposición, dijeron que el Gobierno ha violado el último pacto fiscal suscrito el año pasado, que fijó un "piso" de 1.364 millones de pesos (o dólares) mensuales.
El acuerdo con los gobernadores es considerado clave para que el plan económico que lanzó la semana pasada el presidente de la Rúa tenga sustento político.
El programa incluye medidas financieras para un canje de la deuda pública (actualmente en cerca de 132.000 millones de dólares) a tasas de interés más bajas, además de la unificación de los programas sociales, el saneamiento de las empresas en crisis y el fomento del consumo mediante rebajas impositivas.
De la Rúa viajará a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas y el domingo tiene previsto mantener una entrevista con su colega estadounidense, George W. Bush, para brindarle detalles del plan con el que pretende superar casi cuatro años de recesión de la economía argentina.
Los gobernadores Ruckauf y de la Sota, que pertenecen a la oposición peronista, dijeron que el inminente viaje del presidente a Estados Unidos no constituye una "presión" para acelerar un acuerdo por el reparto de impuestos y negaron la existencia de "una especulación política" en torno al asunto.
Los mandatarios de las provincias gobernadas por la coalición gobernante, la Alianza, lograron avances en la discusión sobre la coparticipación fiscal en una reunión que mantuvieron con el jefe del Gabinete de ministros, Chrystian Colombo.
"El acuerdo no está cerrado, pero sí muy cerca", comentó a la prensa el gobernador de la provincia de Chaco, Angel Rozas, uno de los principales dirigentes de la Unión Cívica Radical, el partido al que pertenece el presidente de la Rúa.
Las provincias reclaman a las autoridades nacionales deudas por valor de unos 524 millones de dólares.
Otro de los puntos a negociar es la fijación de una tasa de interés más baja para que los distritos puedan financiar sus propias deudas, calculadas en unos 22.400 millones de dólares.
Los gobernadores exigen que el Estado pague una mitad de la deuda que mantiene con las provincias con Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop), y la otra en efectivo, mientras que las autoridades federales pretenden pagar la totalidad de los fondos adeudados con esos bonos.
Como forma de presión, la oposición peronista, que gobierna en la mayoría de las provincias argentinas, pretende debatir hoy en el Parlamento un proyecto para lograr los fondos que reclaman los gobernadores a través de un impuesto especial a las transferencias bancarias.