KABUL, Afganistán.- El ex presidente afgano Burhanuddin Rabbani volvió a su antigua capital este sábado, declarándose como el legítimo jefe de Estado, a pesar de las promesas de apoyar la formación de un nuevo gobierno de base amplia.
El ministro de relaciones exteriores de Rabbani, Abdulá, dijo que la Alianza del Norte sigue comprometida con la formación de un gobierno multiétnico, incluido el grupo dominante pashtún y declaró que "mientras más pronto mejor".
Sin embargo, tal parece que los seguidores de Rabbani tienen la intención de llegar a las negociaciones desde una posición fortalecida: como los legítimos gobernantes de este país.
Rabbani, quien siempre ha mantenido la legitimidad de su propio liderazgo, dijo en conferencia de prensa que el control de los ministerios gubernamentales volvería a aquellos que eran sus titulares antes que los talibanes derrocaran su gobierno en 1996.
También ante los reporteros, Abdulá dijo que la Alianza del Norte estaría dispuesta a discutir la posibilidad de que hubiera miembros de una fuerza internacional de paz de Naciones Unidas.
Sin embargo, agregó que la ONU deberá considerar "la situación de fondo", claro indicio de que los seguidores de Rabbani no aceptarían ningún arreglo sin que se les consultara antes.
Las fuerzas de la Alianza del Norte de Rabbani entraron a la ciudad el martes a pesar de que habían prometido permanecer fuera de la capital hasta que todas las facciones afganas hubieran convenido en un nuevo gobierno de base amplia. Abdulá dijo que la repentina partida de los talibanes había hecha necesaria la entrada de las tropas de la alianza para mantener el orden.
Estados Unidos y otros países esperan que un gobierno de esas características pueda instaurarse durante una conferencia en que intervendrían todos los partidos bajo la presidencia del ex rey exiliado Mohammad Zaher Shah.
Rabbani ha dicho que invitó a todos los afganos a la reunión, pero sostiene que el ex monarca debe asistir como un ciudadano afgano, y que la conferencia debe realizarse en Kabul.