EL CAIRO.- El secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, advirtió a Estados Unidos de que un ataque contra Irak acabaría con el consenso internacional en la lucha antiterrorista, tras las veladas amenazas a Bagdad realizadas el lunes por el presidente estadounidense, George W. Bush.
Al término de una reunión de políticos e intelectuales árabes celebrada en El Cairo para plantear medidas con las que enfrentarse a la “campaña contra la civilización islámica” que consideran que se desarrolla en Occidente, Musa dijo anoche que “no aceptaremos ataques contra Irán o cualquier otro país árabe”.
“Esta no es sólo la postura del secretario general de la Liga Arabe, sino de todos los estados árabes”, recalcó Musa en respuesta a las manifestaciones de Bush, que dijo en Washington, dirigiéndose al presidente iraquí, Sadam Husein, que debe admitir la vuelta de los inspectores de armas de la ONU o atenerse a las consecuencias.
La ONU impuso a Irak, tras la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 para la liberación de Kuwait, el desmantelamiento de todas sus armas de destrucción masiva bajo la supervisión de un equipo de inspectores de la organización internacional.
Los inspectores salieron de Bagdad en diciembre de 1998, tras ser acusados de espionaje y horas antes de la “Operación Zorro del Desierto”, llevada a cabo por EEUU y el Reino Unido contra territorio iraquí.
Tras los atentados del pasado 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, Estados Unidos ha tratado de establecer un consenso internacional para la lucha contra el terrorismo, centrada en principio en los ataques contra Afganistán para derrocar al régimen ultraintegrista islámico de los talibanes.
Además de hacer caer a los talibanes, Washington pretende capturar al multimillonario saudí Osama Bin Laden, líder del grupo terrorista “Al Qaida”, considerado responsable de los ataques del “martes negro” contra EEUU y refugiado en Afganistán.
En coincidencia con las declaraciones de Musa, el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Faruk al Chara, dijo anoche en Beirut que un ataque estadounidense contra Irak sería “un error fatal” por parte de Washington, que perdería el apoyo árabe en su “lucha global antiterrorista”.
Ayer, en Bagdad, el Gobierno iraquí descartó el regreso de los inspectores de armas de la ONU mientras prosiga el embargo internacional impuesto al país hace más de once años, después de su invasión de Kuwait, en agosto de 1990.
“El regreso de las cosas a su curso normal (vuelta de los inspectores) sólo se conseguirá con el respeto a la legislación internacional y la aplicación por el Consejo de Seguridad de la ONU de sus compromisos, incluido el completo y total levantamiento del embargo a Irak”, señaló un portavoz oficial del Gobierno de Bagdad.
En medios políticos de Washington se considera que la campaña internacional contra el terrorismo podría seguir, tras la intervención bélica en Afganistán, en otros cuatro países, todos ellos miembros de la Liga Arabe, en los que EEUU considera que se cobijan terroristas: Irak, Sudán, Yemen o Somalia.