NACIONES UNIDAS.- Las Naciones Unidas ordenaron a sus 189 miembros que congelen los activos de 152 dirigentes del Talibán, virtualmente todos los que tuvieron un puesto en el gobierno de Afganistán.
La lista de 11 páginas, divulgada el martes por un comité de sanciones del Consejo de Seguridad, añade otros 127 nombres de individuos, grupos o negocios asociados con el Talibán o el líder islámico de origen saudita Osama bin Laden y su red Al Kaidah, acusada de organizar los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.
El mullah Mohammad Omar, líder máximo y fundador del Talibán, encabeza la lista junto al mullah Mohammad Rabbani, presidente del consejo de ministros. Toda la representación del Talibán está incluida, así como sus ex funcionarios de consulados en varias ciudades de ese país.
La lista incorpora muchos de los nombres y grupos mencionados por Estados Unidos desde el 22 de septiembre, en un esfuerzo para interceptar los fondos de las redes de Bin Laden.
Sin embargo, el documento de la ONU es más extenso y tiene mayor alcance global, porque la congelación es obligatoria para todos los miembros de la organización mundial.
Grupos de comercio y caridad, algunos con sus direcciones, aparecen en capitales en cada continente. La lista incluye toda la red financiera Al Barakaat, una operación con sede en Somalia con sucursales en Europa y Norteamérica, que según Estados Unidos era utilizada por Al Kaidah.
Al Barakaat es usada por miles de somalíes en el extranjero para enviar dinero a sus familiares en su país. Otros nombres que aparecen son la Organización Humanitaria Wafa, con oficinas en Peshawar, Pakistán, Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Arabes Unidos.
Además, incluye algunos negocios vinculados con afganos, como la cuenta de la aerolínea Ariana en la sucursal del Citibank de Nueva Delhi, India, y el Banco de Desarrollo Agrícola de Afganistán en Gran Bretaña.
La relación fue compilada por el comité del consejo de seguridad de la ONU encargado de hacer cumplir las resoluciones adoptadas en 1999 y 2000 que piden un congelamiento de los fondos del Talibán, así como activos de individuos y entidades asociadas con Bin Laden.
Las resoluciones tenían como objetivo presionar al Talibán para que cerrara presuntos campamentos de entrenamiento de terroristas y entregara a Bin Laden para que fuera sometido a juicio después de los ataques de agosto de 1998 a las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania.
La junta de sanciones de Afganistán del consejo, presidida por el embajador colombiano, Alfonso Valdivieso, ordenó el 9 de octubre a todos los miembros de la ONU congelar los activos de 13 personas, tres compañías y 11 grupos divulgados dos semanas antes por el gobierno de Estados Unidos.
Las Naciones Unidas actuaron con rapidez después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, con dos importantes resoluciones, una de ellas el día posterior a los ataques que más o menos dio a Washington el derecho a tomar represalias en defensa propia.
Otra medida, adoptada el 28 de septiembre, congelaría las finanzas de terroristas sospechosos y perseguiría a sus soportes financieros y militares.
La nueva lista fue colocada en el
sitio del web de la ONU.
