MOSCU.- Un miembro de alto rango del ejército ruso descartó este viernes que su país haga concesiones a Washington sobre armas estratégicas y defensa antimisiles, en enérgicas declaraciones que hicieron desvanecer la aureola de una cordial cumbre entre Rusia y Estados Unidos.
Yuri Baluyevsky, primer sub jefe del cuerpo de generales ruso, también dijo que aunque Washington no había violado un histórico acuerdo sobre armamentos de 1972 con sus pruebas con misiles, había señales de que estaba a punto de hacerlo.
"De la parte rusa, no hay concesiones, no hubo ninguna ni habrá ninguna sobre el asunto de la defensa antimisiles y las armas estratégicas", declaró Baluyevsky a la prensa rusa.
Con respecto al tema de una nueva relación de Rusia con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dijo que todo lo que había ocurrido hasta ahora en las relaciones entre la la alianza y su país fue "una simple pérdida de tiempo".
Esos fueron los primeros comentarios de la cúpula militar rusa tras la cumbre de este mes entre el Presidente Vladimir Putin y su homólogo estadounidense George W. Bush, la cual, a pesar de desarrollarse en un ambiente amistoso, no concluyó con un acuerdo sobre el espinoso tema de la defensa antimisiles.
Las declaraciones de Baluyevsky también se produjeron en vísperas de una nueva prueba de defensa antimisiles del ejército estadounidense, que se realizará el sábado sobre el océano Pacífico como parte de los planes para desarrollar un controversial escudo de defensa antimisiles.
En su reunión de este mes con Putin en Estados Unidos, Bush dijo que Washington reduciría el número de sus armas estratégicas, pero aclaró que continuaría presionando para impulsar sus planes de desarrollar una sistema de defensa contra los llamados estados "hostiles".
Los planes estadounidenses tropiezan con el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM), suscrito en 1971 entre Estados Unidos y la ahora desaparecida Unión Soviética.
Baluyevsky, a la vez que no dio importancia a los efectos sobre la seguridad rusa de la posible ruptura del tratado, dijo que parecía probable que esto sucedería tarde o temprano.
"Ciertos elementos indican que Washington está cerca de romper las cláusulas del tratado", afirmó.
El gobierno de Bush percibe el tratado ABM como un vestigio de la Guerra Fría que debe ser desechado. Moscú coincide en parte con esto, pero opina que el pacto debe ser preservado como base de otros tratados de armamentos que dependen de éste.