JERUSALÉN.- Milicianos islámicos desataron un asalto terrorista contra Israel el domingo que desde la medianoche hasta el mediodía dejó un saldo de 26 muertos y más de 200 heridos, entre concurrentes a bares, peatones y pasajeros de autobús.
Explosiones en la zona de los cafés de Jerusalén atestada de adolescentes y en un autobús en la ciudad portuaria de Haifa horrorizaron a una nación que ha padecido muchos ataques en los últimos años, pero no tan seguidos.
Las imágenes de la carnicería, con cadáveres en las aceras y gritos de angustia de los heridos, cubrieron las pantallas de la televisión, y existía la sensación generalizada de que tras 14 meses, la violencia entre israelíes y palestinos había llegado a una encrucijada.
"Todos deben comprender que estamos en un punto de inflexión", dijo el ministro Matan Vilnai, sin aclarar cómo respondería Israel.
El presidente norteamericano George W. Bush dijo que el titular de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, "debe hacer todo lo que está a su alcance para hallar a los que asesinaron a israelíes inocentes y llevarlos a juicio".
La Autoridad Palestina resolvió en una reunión de emergencia tomar medidas duras contra los milicianos. Declaró el estado de emergencia en las zonas bajo su control y dijo que los grupos milicianos deben considerarse ilegales.
La policía palestina empezó a detener milicianos; un funcionario, que pidió no se lo identifique, dijo que hay 50 detenidos y habrá otros 150 antes de la medianoche.
El jefe de seguridad Jibril Rajoub dijo que los responsables "lo pagarán".
Pero los israelíes se mostraban escépticos y aludían a las promesas incumplidas del pasado. "Arafat será juzgado de acuerdo con sus acciones, no sus declaraciones", dijo el canciller Shimon Peres.
En campamentos de refugiados palestinos en el Líbano, así como en Gaza y Cisjordania, hubo demostraciones de júbilo por los atentados, con disparos al aire.
En una primera reacción, el ejército israelí reforzó las restricciones a los desplazamientos en Cisjordania. El Ministerio de Defensa dijo que el ejército tomará "una serie de medidas", sin entrar en detalles, y que la Autoridad Palestina enfrentaba "una prueba crucial".
El primer ministro Ariel Sharon acortó su visita a Estados Unidos y regresaba a Israel luego de una reunión el domingo con Bush.
El grupo militante islámico Hamas se adjudicó la responsabilidad de los ataques en Haifa y Jerusalén. Las autoridades israelíes consideran a Arafat responsable de los ataques, y lo acusaron de no hacer nada por controlar a los militantes. Un ministro israelí pidió expulsar a Arafat de la región.
Israel y Estados Unidos han reclamado a Arafat una campaña amplia contra los grupos extremistas.
La explosión en Haifa ocurrió alrededor de mediodía del domingo (1000 GMT).
Fuentes policiales que pidieron el anonimato dijeron que el atacante suicida abordó el autobús, pagó y de inmediato detonó los explosivos.
"El autobús vino en bajada en una colina y cuando se estabilizaba estalló", dijo Rachel Antebe, una testigo, a Radio Israel. Otro testigo, Yaakov Vaknin, dijo: "Vi personas volar por el aire".
Unas 12 horas antes, la noche del sábado, dos atacantes detonaron cargas que llevaban sobre sus cuerpos en un centro comercial en Jerusalén, matando a 10 jóvenes israelíes, e hiriendo a más de 150 personas. Hamas y su grupo hermano Yihad Islámica habían jurado vengarse por la muerte de uno de los principales militantes de Hamas en Cisjordania, hace nueve días.
Abdel Aziz Rantisi, dirigente de Hamas, dijo que "el pueblo palestino se muestra inflexible en la continuación de la resistencia... hasta vencer la ocupación, sin importar el precio".
El enviado de paz estadounidense Anthony Zinni colocó una ofrenda en el lugar del ataque del sábado y declaró: "Esto es lo más malvado que uno pueda imaginar, atacar a gente joven, a niños".
Antes, Zinni había declarado que dijo a Arafat que "aquellos responsables ... deben ser hallados y llevados ante la justicia. Esta es una tarea urgente y no puede haber demoras o excusas para no actuar decididamente".
Gideon Meir, funcionario de la cancillería israelí, dijo que las decisiones se tomarán cuando Sharon vuelva de Estados Unidos, pero que "no hay duda de que habrá un cambio en nuestra política".
Israel por lo pronto ya implementó mayores restricciones al tránsito de palestinos en Cisjordania. Los soldados cerraron todas las poblaciones controladas por palestinos, impidiendo a los residentes entrar o salir.
También el domingo, dos palestinos dispararon contra vehículos israelíes en el norte de Gaza y mataron a una persona e hirieron a cinco antes de ser abatidos por soldados. Hamas se adjudicó la responsabilidad.