BUENOS AIRES.- El ex Presidente argentino Carlos Menem dijo el jueves que acepta impulsar dentro del opositor peronismo un "acuerdo patriótico" con el oficialismo, lo que oxigenaría al debilitado gobierno y ayudaría a la sanción de un austero presupuesto para el 2002 que exige el FMI.
Menem, quien lucía una llamativa corbata color rosa pálido, se reunió a primera hora de la mañana con el presidente Fernando de la Rúa, en la primera vez que pisó la Casa de Gobierno luego haber estado durante cinco meses en prisión domiciliaria en una causa por supuesto tráfico de armas.
Apenas salió del encuentro, que transcurrió en medio de una nueva huelga general que soporta el gobierno en sus dos años de gestión, el ex Mandatario dijo a los periodistas que "un acuerdo patriótico es fundamental para salir de esta crisis".
La reunión ocurrió en el marco de la serie de contactos que mantiene De la Rúa con líderes de la oposición en busca de apoyo a su impopular gobierno y para intentar que el peronismo no use su control del Congreso para frenar la sanción del presupuesto para el 2002, a la cual está atado un demorado desembolso del Fondo Monetario Internacional.
Además el FMI le pidió a De la Rúa que consiga el apoyo de la oposición a su gestión.
Los recursos ayudarían al país a evitar caer en un catastrófico incumplimiento de pagos, tras casi cuatro años sin crecimiento económico que vaciaron las arcas del Estado.
Menem aseguró que, además de los políticos, en el acuerdo patriótico deberían participar los militares, la iglesia y las organizaciones sociales.
Tras sus fracasos por reactivar la economía, De la Rúa perdió el apoyo de la opinión pública y apenas tiene el respaldo de un sector de su partido, la Unión Cívica Radical (UCR).
Una serie de medidas de restricción para los retiros de efectivo de los bancos que debió impulsar la semana pasada para frenar una fuga de depósitos perjudicó aún más su imagen, y provocó la convocatoria a la huelga general.
El presupuesto del 2002, cuyos detalles aún no fueron revelados al Congreso, incluye un fuerte recorte en el gasto público que busca llevar a cero el déficit fiscal del gobierno federal.
"El equilibrio fiscal es fundamental, pero se puede crecer pese al déficit que se tenga", comentó Menem.
Pero, aunque es su titular, Menem es una figura polémica dentro del peronismo y apenas tiene el apoyo de un sector del partido, mientras el resto está en contra del presupuesto del 2002 si incluye recortes en el gasto, especialmente en sectores sensibles como educación y seguridad social.
"Si hay acuerdo va a ser entre el justicialismo (peronismo), integrado en su conjunto, y el gobierno", aseguró Menem en referencia a que hace falta el consenso de toda la fuerza para llegar a un acuerdo con De la Rúa.
Dolarización a la carga
Menem aprovechó el encuentro con el presidente para reiterar su idea de que una dolarización es la única salida para la economía argentina.
Pero, apenas le pudo arrebatar al mandatario una coincidencia sobre que "una devaluación sería desastrosa".
Menem le pasó la banda presidencial en diciembre de 1999 a De la Rúa tras una década en el poder y sin poder haber cumplido su sueño de reemplazar al peso por el dólar, para eliminar los recurrentes temores de devaluación que aterran a los consumidores argentinos.
La moneda local está atada al dólar en un sistema de cambio fijo que Menem impuso a principios de los años 90 para estabilizar al país en medio de un brote hiperinflacionario.
Aunque no descartó una dolarización, De la Rúa se ha mostrado varias veces a favor de mantener el actual esquema cambiario.