ROMA.- El presidente del Gobierno interino de Afganistán, Hamid Karzai, afirmó hoy en Roma que hay que "eliminar" a los talibanes y detener "a toda costa" al disidente saudí Osama Bin Laden.
Karzai regresa hoy a Kabul, donde el próximo sábado tomará posesión de su cargo, tras recibir en Roma el apoyo, los consejos y la bendición del rey de Afganistán en el exilio, Mohamed Zahir Sha.
"La guerra contra los talibanes en Afganistán ha acabado, ahora debemos desalojarlos de cada uno de sus escondites y sobre esto seremos extremadamente serios", afirmó en una concurrida conferencia de prensa.
El nuevo líder afgano no mostró ni un ápice de clemencia hacia los estudiantes de teología que, guiados por el mullá Omar, gobernaron con mano de hierro Afganistán durante los últimos cinco años y con cuantos en su país han colaborado con la organización terrorista Al Qaeda.
"Hemos sufrido mucho en Afganistán y por eso ningún talibán podrá permanecer en el país", repitió Hamid Karzai, quien se mostró "confiado" en que Bin Laden pueda ser finalmente arrestado.
Tras señalar que el terrorismo "es un problema internacional y no sólo afgano", el jefe del gobierno provisional de Kabul precisó que, en caso de ser detenido, "Osama Bin Laden debe ser entregado y juzgado por la Justicia internacional, ya que ha cometido crímenes en todo el mundo".
Karzai regresa hoy a su país con la preciosa edición de El Corán encuadernada en piel verde que le regaló el anciano monarca de Afganistán para que guiara sus pasos en la tarea crucial que le espera.
También retorna con el compromiso que adquirió ante quien en todo momento llamó su rey de llevar dentro de seis meses a un Afganistán "unido y respetuoso de las leyes" a la "Loya Jirga" o asamblea de notables que deberá diseñar el futuro político de la nación.
Según los acuerdos de Bonn, el propio Zahir Shah será el encargado de inaugurar esa "Loya jirga" que debe establecer una autoridad de transición que gobernará Afganistán durante dos años hasta la convocatoria de elecciones generales.
