JAEN, España.- El pueblo español de Canena por fin ha encontrado a sus vecinos más pobres, a los que podrá entregar la herencia que dejó en su beneficio un militar retirado, viudo y sin hijos, que falleció el pasado mes de marzo.
Once son las personas que se repartirán la herencia -tres fincas de olivos valoradas en 30 millones de pesetas (165.000 dólares)- después de que una comisión, formada por el alcalde, el juez de paz y el cura, les considerara las más necesitadas del pueblo.
Esta historia comenzó cuando Antonio Bautista falleció y dejó en su testamento todos sus bienes para sus sobrinos, a excepción de las tres fincas citadas, a las que podrían optar los pobres que estuvieran empadronados en Canena antes de la fecha de su muerte.
Un total de 39 personas presentaron solicitud y "certificado de pobreza" en el ayuntamiento, cuyo alcalde, Angel García, fue el encargado de leer hoy la resolución de la comisión.
García leyó el acta oficial con los nombres de los agraciados y aseguró que las deliberaciones de la comisión se guiaron "por el consenso entre sus miembros, quienes han seguido las más estrictas pautas de equidad y justicia" para distribuir los bienes testados.
Según el acta de la comisión, hubo "un gran nivel de igualdad entre todas las solicitudes, lo que ha motivado que haya existido una gran dificultad a la hora de efectuar el reparto".
El alcalde recordó que tras conocer el testamento del militar, la primera dificultad fue saber qué se entendía por pobre, sobre todo teniendo en cuenta que en Canena no hay "pobres de solemnidad".
Fue entonces cuando el Ayuntamiento decidió elegir a los beneficiarios por decisión de una comisión, que contó además con la ayuda de una asistente social, que tenía voz pero no voto.
Desde el día 27 de noviembre, cuando se cerró el plazo para que se presentaran las solicitudes, los miembros de la comisión gestora recorrieron las fincas testadas con el fin de comprobar que la realidad se ajustaba a lo que estaba escriturado y así poder valorar sobre el terreno los 300 olivos objeto del reparto efectuado.
Tras seleccionar a los once beneficiarios, se crearon otros tantos lotes -procurando que su valor fuera similar-, que posteriormente se adjudicaron por sorteo.