BUENOS AIRES.- El renunciado Presidente argentino, Fernando de la Rúa, sostuvo hoy que se retira del Gobierno con la convicción de haber hecho lo que creyó necesario para el país.
Asimismo, el ex Primer Mandatario afirmó que oyó la voz del pueblo "y quiero que la gente sepa que las decisiones se toman condicionadas por las circunstancias".
A continuación, las declaraciones realizadas por Fernando de la Rúa a su llegada a la Casa Rosada.
Después de los últimos acontecimientos que son de público conocimiento, ¿cómo cree usted que lo va a juzgar la historia?
La historia juzga en perspectiva frente a las dificultades y las decisiones tomadas. Quizá, las dificultades son tantas que hacen falta períodos más cortos para afrontarlas. Deseo que se dé con toda la fuerza la continuidad constitucional de las instituciones, que se puedan retomar las relaciones internacionales como las veníamos planteando sin interrupción y que se restablezca pronto la confianza para que se reactive la economía. Voy a estar ayudando al país. De cualquier modo, creo que el Justicialismo cometió un error al precipitar los tiempos y negar el apoyo que con la mayoría parlamentaria, podía brindar para la continuidad institucional. Pero, de este modo resolvieron ejercer su poder.
Lamento muchísimo los episodios de violencia ocurridos estos días. Vengo especialmente para informarme de la situación, con el propósito de ver si puedo dejar derogado el decreto de estado de sitio, informarme si ha habido acontecimientos, si se justifica todavía; quisiera que esta fuese mi última decisión.
Dejo para la historia el mensaje de haber obrado con lealtad, con honestidad, con la más profunda convicción de hacer lo necesario, lo debido, lo que entendí mejor para el país, en situaciones donde en lo económico no cabían muchas opciones, porque estábamos siempre bajo el signo de la urgencia o del peligro. Así son las cosas cuando se dejan acumular problemas. La racionalidad en la administración, un sano equilibrio fiscal en el Presupuesto, la reducción del endeudamiento es lo que hace a la libertad básica del país, es lo que precisamos los argentinos. El gobierno que viene tomará medidas seguramente; espero que tenga el máximo consenso para llevarlas adelante. De mi parte, quiero contribuir a la transmisión más ordenada, por eso también vengo aquí para ver que todo esté en condiciones para el momento que venga el nuevo presidente.
Doctor De la Rúa: ¿Usted abandona el cargo por que el Justicialismo no lo acompaña en este gobierno de unidad o por que el pueblo se lo pidió?
La razón fundamental es ésta. Precisábamos gobernabilidad, mostrar un país unido en condición de tomar las decisiones necesarias. Cuando el Justicialismo da los pasos conocidos, mostrando que va a hacer sentir su mayoría en contra y que rechaza la exhortación que formulo ayer, pienso que ha llegado el tiempo de retirarme. Sé que la opinión pública tiene un estado de queja, más por los resultados que no alcanzaron como yo hubiera querido, que por las políticas y todo esto puede explicarse y hacerse comprender, lo que se tornaba extremadamente difícil en un cuadro de conflicto con un Parlamento dominado por el Justicialismo con mayoría frente al gobierno.
Presidente: Hay muchos que lo critican a usted por no haber sabido oír la voz del pueblo, por lo menos lo que expresó el pueblo en las urnas. ¿Cuál es la mea culpa que hace usted de eso?
He oído la voz del pueblo. Y quiero que la gente sepa que las decisiones se toman condicionadas por las circunstancias. Por ejemplo, el canje de la deuda fue un éxito, que significa 3.500 millones de ahorro para el pueblo argentino, pero el mismo día que la consumábamos ocurre una corrida bancaria alentada por rumores, mensajes distorsionados. De aquí sobrevendrán grandes molestias para la población con motivo de las disposiciones bancarias. Estas eran, sin embargo, inevitables, porque de otro modo, en ese clima de corridas se hubiera jugado todo el capital de los argentinos. La medida la tomé de modo de preservar la propiedad de algo totalmente distinto al plan Bonex, para parar ese drenaje que hubiera sido tremendo para el país. Este era un deber inexcusable. Permanentemente estamos en esa situación. Ahora mismo las negociaciones con los organismos internacionales deben proseguirse sin demora, porque no hay tiempo.
Señor Presidente: Durante los hechos que se vivieron en las últimas 48 horas hay 26 argentinos muertos. ¿Usted cree que el tiempo en el que toma su decisión de alejarse del poder es el correcto? Y por el otro lado: ¿qué valoración hace de la fuerte represión que vivió la gente en las calles en estos dos días?
Tengo un gran pesar por los episodios de violencia. He visto los episodios por la televisión y he visto una gran agresión que se posesionó de la ciudad. No tengo noticias de que aquí hayan ocurrido esos hechos trágicos; veo por la prensa que la información era otra, pero desde luego no puedo si no expresar el dolor, y lo que no comprendo, lo que no concibo, es el ataque que se realizó contra el Centro cuando pedimos pacificación y orden.
¿Quién era el funcionario que estaba a cargo? ¿Quién dio las órdenes para que se reprimiera?
Estas disposiciones se aplican según la ley y la ley tiene preestablecido como se procede, de modo que no puedo señalar a nadie.
Presidente: ¿Ha podido hablar con el ex ministro Domingo Cavallo? ¿El está todavía en el país? ¿Se va a quedar aquí? ¿Va a enfrentar a la Justicia si la Justicia lo llama?
Sé que está y siempre lo ha hecho.
¿Cuál es el futuro que ve para usted en los próximos días?
Concluyo una etapa de mi vida, donde he entregado lo mejor de mí para el país. Quiera Dios alumbrar el camino de la República.
Muchas gracias.
