RAMALA.- El líder palestino, Yasser Arafat, manifestó hoy que no podrá asistir esta noche a la misa de Navidad en Belén porque se lo impiden "los tanques israelíes".
En un mensaje difundido por la televisión palestina desde Ramalá, Arafat señaló que "los tanques israelíes, las barreras y los fusiles de los opresores me han impedido compartir con vosotros nuestra celebración anual de este divino y bendito acontecimiento", al que acostumbra a asistir desde 1995.
En la alocución, Arafat dijo que el mundo "debe ver y saber cuál es el tipo de terrorismo que los creyentes palestinos están soportando en Tierra Santa".
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a quien desde hace días el Ejército israelí mantiene confinado en la ciudad de Ramalá, dijo que tiene el corazón "roto y lleno de ira".
"Los tanques, las barricadas y los fusiles (israelíes) me han impedido compartir con vosotros nuestras celebraciones anuales de Navidad", dijo Arafat.
"Feliz Navidad y Año Nuevo a los cristianos de todo el mundo que dirigen sus ojos a Belén, la ciudad santa que está ocupada por los tanques israelíes y sufre las consecuencias del asedio y la represión", manifestó el líder palestino.
"Impedirme a mí y a otros creyentes palestinos ejercer nuestros ritos religiosos no servirá para que cambiemos nuestras ideas y cejemos en nuestra determinación de conseguir la paz, la paz de los valientes", manifestó Arafat en su discurso.
Fuentes próximas al presidente de la ANP declararon a EFE que Arafat asumió finalmente que no podría acudir a Belén cuando se comprobó que habían fracasado los esfuerzos internacionales para convencer al Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, de que le permitiera salir de Ramalá.
Tanto Estados Unidos, como la Unión Europea (UE) e incluso varios ministros del gabinete israelí intentaron sin éxito convencer a Sharon para que reconsiderara su actitud.
El jefe del Ejecutivo de Israel decidió el domingo prohibir a Arafat salir de Ramalá y viajar a Belén a menos que el líder palestino arrestara a los autores del asesinato, el pasado octubre, del ministro de Turismo israelí, Rehavan Zeevi.
