BUENOS AIRES.- La Asamblea Legislativa, formada por las dos cámaras parlamentarias de Argentina, fue convocada para mañana, martes, para que acepte la renuncia del Presidente Adolfo Rodríguez Saá y decida quién se hará cargo del Gobierno.
La decisión fue adoptada hoy por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, quien de acuerdo a la legislación deberá asumir la presidencia del país interinamente tras la dimisión de Rodríguez Saá, ya que también ha renunciado el titular del Senado, Ramón Puerta.
En declaraciones a la emisora local Radio Mitre, Camaño dijo que ha convocado a la Asamblea Legislativa para mañana a las 14.00 hora local (17.00 GMT).
Además, dijo que el nombre del senador Eduardo Duhalde, uno de los principales dirigentes del mayoritario Partido Justicialista (PJ peronista), "suena muy fuerte" entre los candidatos para ser elegido al frente del Ejecutivo.
Rodríguez Saá presentó su renuncia "indeclinable" el domingo por la noche, siete días después de haber asumido, y culpó de su decisión tanto a dirigentes del PJ que le "negaron el apoyo político" como a "lobos y lobbies" que quieren "mantener sus privilegios".
La grave crisis social y política que vive Argentina había desembocado el pasado día 20 en la dimisión como presidente de Fernando de la Rúa, que asumió en diciembre de 1999 y tenía dos años de mandato por delante.
El alejamiento de dos gobernantes en diez días agravó la incertidumbre sobre el futuro político y económico de este país suramericano y reavivó los llamamientos a formar un Gobierno de salvación para evitar que se hunda en el caos.
Eduardo Camaño dijo que "hay sectores del peronismo nacional y otros partidos políticos que hablaron con Duhalde para ofrecerle que sea candidato a presidente" y precisó que incluso la Unión Cívica Radical (UCR), el principal partido de la oposición, avalaría esa postulación.
"Hay posibilidades de que sea uno de los candidatos más firmes. No puedo negar que Duhalde ha sonado muy fuerte en las últimas horas", afirmó.
Las cuestiones financieras y concretamente las medidas tomadas por Fernando de la Rúa y mantenidas por Rodríguez Saá para evitar una fuga masiva del dinero depositado en los bancos dispararon las protestas espontáneas y pacíficas de ciudadanos que salieron a las calles haciendo sonar cacerolas en los últimos días.
En virtud de esas disposiciones, desde el 3 de diciembre hay restricciones para extraer fondos de las cuentas bancarias y para hacer uso de los depósitos a plazo fijo, lo que ha provocado, además de la ira de los ciudadanos, un descenso del nivel de consumo y un aumento de la morosidad y de los impagos.
