BUENOS AIRES.- El peronista Adolfo Rodríguez Saá renunció como presidente interino de Argentina, tras sólo una semana el cargo, a finales de un mes en el que país tuvo tres Jefes de Estado y fue convulsionado por protestas populares con 28 muertos y centenares de heridos.
La cronología de los hechos más importantes en Argentina desde que el entonces presidente Fernando De la Rúa impuso a principios de diciembre duras medidas económicas, a las que se oponen gran parte de los argentinos, es la siguiente:
1 de Diciembre: El presidente De la Rúa firma un decreto que impide a los argentinos retirar de sus cuentas bancarias más de 250 pesos en efectivo por semana.
5 de Diciembre: El FMI anuncia que no concederá el préstamo de 1.264 millones de dólares previsto para Argentina porque el país no ha cumplido las metas de su reforma económica.
13 de Diciembre: Nueva huelga general contra la política económica del Gobierno.
19 de Diciembre: El Gobierno argentino declara el estado de sitio en todo el país, para hacer frente a una explosión social, caracterizada por saqueos de supermercados y pequeños comercios y asaltos a edificios públicos, que causan cuatro muertos. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, presenta su renuncia.
20 de Diciembre: De la Rúa convoca formalmente al opositor Partido Justicialista (peronista) a un Gobierno de "unidad nacional" y le reclama que responda cuanto antes a su propuesta. En caso de que no acepten, renunciará.
20 de Diciembre: El partido peronista no acepta la propuesta de De la Rúa y éste, al fracasar en este intento, decide renunciar, mientras se suceden nuevas protestas callejeras con enfrentamientos con la policía que dejan otros 24 muertos y centenares de heridos.
21 de Diciembre: Se anuncia que el gobernador de la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, será el presidente provisional de Argentina hasta que asuma un jefe de Estado, que será elegido en elecciones generales convocadas para el 3 de marzo.
Tras la renuncia de Fernando De la Rúa, Buenos Aires y las principales ciudades del país recuperan la calma.
23 de diciembre: Rodríguez Saá asume la presidencia interina de Argentina y anuncia, en su primer mensaje al país, la suspensión en los pagos de la deuda exterior, que no devaluará el peso argentino ni proyecta dolarizar por completo la economía del país.
26 de diciembre: Rodríguez Saá nombra asesor presidencial a Carlos Grosso, un ex intendente (alcalde) peronista de la ciudad de Buenos Aires que soportó varios procesos por corrupción administrativa.
28 de diciembre: Se desata en el peronismo, el partido mayoritario de Argentina que controla ambas cámaras del Parlamento, un fuerte debate sobre la duración del mandato del presidente interino Rodríguez Saá.
Grosso, quien había dicho que su designación como asesor presidencial era por su "inteligencia" y no por su "prontuario", es forzado a renunciar después de una manifestación callejera por la dimisión de los funcionarios sospechosos de corrupción.
29 de diciembre: Se repiten los incidentes en las calles de Buenos Aires, donde miles de personas se manifiestan pacíficamente frente a la Casa Rosada, la sede del Gobierno, aunque grupos de jóvenes aprovechan la protesta para entrar en el Parlamento y quemar parte de su mobiliario.
Los ministros y secretarios del Gobierno provisional de Argentina presentan sus dimisiones, que no fueron aceptadas por el mandatario interino.
30 de diciembre: Adolfo Rodríguez Saá convoca una reunión del gobernante partido peronista, que fracasa en su intento de definir un plan económico de emergencia y un nuevo perfil del Gobierno provisional, debido a la ausencia de varios de los dirigentes convocados.
El peronista Rodríguez Saá renuncia a la presidencia de Argentina por falta de apoyo político.
31 de diciembre: El presidente del Senado, el peronista Ramón Puerta, también presenta su dimisión, con lo cual queda vacante la jefatura de Estado que debía asumir en sustitución del dimisionario Adolfo Rodríguez Saá.
La dimisión de Puerta obliga al presidente de la Cámara de Diputados, el peronista Eduardo Caamaño, a asumir interinamente la jefatura de Estado y convocar de urgencia a la Asamblea Legislativa para el 1 de enero para que designe un nuevo presidente provisional y, eventualmente, adelante la fecha de elecciones.