BOGOTA.- Sin acuerdo y con la promesa de volver a reunirse en los próximos días, terminó este viernes un encuentro entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que buscaba relanzar el proceso de paz, luego de tres meses de estancamiento.
Aunque no se reveló el contenido de los diálogos, el Alto Comisionado de Paz, Camilo Gómez, se limitó a decir que se trataron elementos relativos al "proceso" y que ahora corresponde a las FARC "sentarse a avanzar en los documentos que hemos firmado".
El comisionado dijo a la prensa que las FARC precisaron su intención de ir a consultas para analizar una propuesta del gobierno, que permitiría a las partes avanzar mas rápidamente en el proceso de paz.
Gómez recordó a la guerrilla la "palabra empeñada" en el Acuerdo de San Francisco de la Sombra del 5 de octubre, donde las partes se comprometieron a estudiar de forma perentoria una propuesta de tregua elaborada y aplicar los temas de la agenda de paz.
Aunque las FARC y el gobierno habían manifestado el jueves que se sentaban en la mesa para intentar "destrabar" las conversaciones, nuevamente el tema de los controles militares en torno a la zona de distensión parece haber malogrado el ambiente.
Para los rebeldes estas medidas de vigilancia que incluyen sobrevuelos, retenes militares en las vías de acceso y la prohibición del ingreso de extranjeros, comprometen las "garantías" para seguir negociando desde mediados de octubre, cuando fueron decretadas por el Presidente Andrés Pastrana.
Quien detonó la controversia fue el comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, quien argumentó que los controles a la zona de despeje han generado "una reducción del número de secuestrados, de extorsiones y el número de vehículos robados".
En reiteradas oportunidades los militares han denunciado que la zona ha sido utilizada para mantener plagiados -entre ellos cuatro parlamentarios-, cultivar coca y traficar armas.
"Es absurdo lo que las FARC piden... No pueden pedir que no haya controles a la zona de despeje, porque precisamente es allí donde están llevando a la gente a pagar extorsiones y secuestros", dijo Tapias el jueves a periodistas.
El comandante del Ejército, general Enrique Mora, aseguró este viernes que las fuerzas militares, están listas a emprender cualquier acción que se presente en los próximos días, en cumplimiento de las normas constitucionales.
Las FARC en un comunicado emitido este viernes, antes de reunirse con el Comisionado de Paz, aseguraron que detrás de las declaraciones de Tapias se esconde "la actitud guerrerista del Alto Mando Militar, siempre de espaldas a los anhelos de paz con justicia social de los colombianos".
Según los rebeldes, cuando Tapias afirma que los controles militares no son negociables cierra "cualquier posibilidad de encontrar salidas concertadas por la mesa nacional de diálogos y negociación a la actual parálisis del proceso".
De imponerse la posición militar, la guerrilla estima que sucumbirá la posibilidad de paz "bajo el peso del poder real, enemigo de la reconciliación y reconstrucción nacional".
Gómez ratificó este viernes "que en la zona de distensión están dadas todas las garantías para avanzar en el proceso" y que "no se modificarán" los controles del área de desmilitarizada cuya vigencia debe ser decidida el 20 de enero.
En este ambiente enrarecido, las partes acordaron sostener nueva reunión el domingo o lunes para ver si por fin pueden relanzar un proceso de paz que el próximo 7 de enero cumple tres años exactos, sin que se haya producido una reducción del conflicto armado que deja 3.500 muertos anuales.