KANDAHAR, Afganistán.- Un combatiente de la red terrorista Al Qaeda se suicidó accionando una granada de mano antes que ser capturado durante un intento de fuga del hospital donde junto con varios de sus compañeros había estado atrincherado por más de un mes.
El hombre, identificado por guardias del hospital como Mohammad Rasool, saltó desde la ventana de un segundo piso del hospital Mir Wais poco antes del amanecer, pero fue rápidamente rodeado por soldados, dijo Mohamed Shafik, un comandante local.
"El se detuvo, miró a su alrededor, vio que estaba rodeado, tomó una granada y la hizo estallar", dijo Shafik.
Otros seis combatientes de Al Qaeda se hallan todavía dentro del hospital, dijo Shafik. Los combatientes han ocupado cuatro o cinco habitaciones de la sala de medicina interna, y personal médico ha dicho que podrían registrarse actos de gran violencia si se los intenta capturar. Los miembros de Al Qaeda están armados con pistolas y granadas.
Shafik dijo que sus hombres quieren capturar a los miembros de Al Qaeda vivos, y aguardan para ello a que se queden sin víveres.