SOFIA.- Gueorgui Parvánov tomó hoy posesión oficial del cargo de jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bulgaria, en una ceremonia celebrada en Sofía frente al monumento al Soldado Desconocido.
El socialista Parvánov derrotó en las elecciones de noviembre al conservador Pétar Stoyánov, y el sábado pasado juró su cargo en el Parlamento sobre la Constitución y se convirtió en el primer Presidente búlgaro que también lo hizo ante la cruz y el Evangelio.
Al comienzo de la ceremonia de hoy, el Patriarca de la Iglesia ortodoxa búlgara, Máxim, pronunció una oración en la plaza situada frente a la iglesia de Santa Sofía y la catedral Alejandro Nevski.
Al acto asistieron la elite política y militar de Bulgaria, el primer ministro, Simeón de Sajonia-Coburgo, el jefe del Gobierno griego, Costas Simitis, representantes de las comunidades religiosas, diplomáticos y cientos de ciudadanos.
Después de ser disparadas 21 salvas de artillería, el presidente saliente, Pétar Stoyánov, recibió los honores de un destacamento militar y se despidió de los dirigentes del ejército búlgaro.
En su mensaje de despedida, Stoyánov declaró que la ceremonia de hoy es una prueba de que la democracia es irreversible en Bulgaria, y que el poder nunca más será monopolio de un solo partido.
“El tiempo y nuestros esfuerzos fueron insuficientes para satisfacer las grandes expectativas del pueblo”, dijo Stoyánov y deseó a su sucesor que logre durante su mandato los objetivos que se ha propuesto.
En su respuesta, Parvánov subrayó lo simbólico del lugar de la ceremonia, donde “nos arrodillamos ante la hazaña de los soldados desconocidos y de otros héroes injustamente olvidados que dieron su vida por Bulgaria”.
“Después de doce años (de transición) de muchos errores, nos esperan decisiones difíciles y cambios decisivos para el renacimiento de Bulgaria, para que cada uno pueda vivir mejor y tenga la oportunidad de realizarse”, dijo.
El nuevo Presidente prometió trabajar por la prosperidad del Estado, confirmar una nueva cultura política, luchar contra la delincuencia y lograr un nuevo consenso en nombre de los objetivos de importancia nacional.
También se “comprometió categóricamente” a fortalecer el ejército búlgaro y acelerar la reforma militar, sobre la base de unas nuevas leyes estables.
Respecto a la política exterior, prometió basarse en “la defensa de la dignidad nacional”, trabajar por la adhesión a la Unión Europea (UE) y la OTAN y cumplir los compromisos políticos asumidos por el país en la coalición internacional antiterrorista.
“Los resultados de las elecciones de noviembre de 2001 fueron un voto por una nueva moral, por un futuro mejor de Bulgaria, país que será respetado por todos si todo el pueblo trabaja para si y para su patria”, concluyó Parvánov.
El nuevo Presidente recibió los honores de unos 300 representantes de diferentes escuelas militares de todo el país y de la guarnición capitalina.
Acto seguido, Parvánov y Stoyánov saludaron a los presentes y colocaron guirnaldas de flores ante el monumento al Soldado Desconocido. Después de la ceremonia, el recién nombrado jefe de Estado se dirigió al edificio de la Presidencia.
Tras su triunfo electoral, Parvánov, que tendrá un mandato de cinco años, abandonó la presidencia del Partido Socialista Búlgaro (BSP, opositor) para convertirse en “presidente de todos los búlgaros”.
Varios meses antes, en junio de 2001, ganó las elecciones parlamentarias la Alianza Nacional Simeón II, que eligió al rey Simeón de Sajonia-Coburgo al frente del Gobierno de Bulgaria.