BUENOS AIRES.- Casi un millar de desocupados cortaron el tránsito en puentes que comunican Buenos Aires con su periferia en demanda de trabajo y centenares de ahorristas porteños participaron de un cacerolazo espontáneo en el centro por la devolución de su dinero atrapado en los bancos, indicaron las agencias locales.
En demanda de planes laborales y sociales, alimentos y contra las medidas económicas vigentes, los desempleados bloquearon los puentes de la Noria y Pueyrredón, que unen de la provincia de Buenos Aires con la ciudad capital.
Unos 150 desocupados de la Corriente Clasista y Combativa (CCC, izquierda) y manifestantes enrolados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA, combativa) cortaron dos puentes en el conurbano bonaerense que conducen a la ciudad de Buenos Aires.
Los activistas interrumpieron el paso en el Puente de la Noria, en el poblado partido de Lomas de Zamora (suroeste), y en el Puente Pueyrredón que une la Capital con el populoso partido de Avellaneda (sur).
Otros manifestantes también interrumpieron la circulación en torno a una rotonda estratégica en la periferia sur, en medio de la ruta que vincula a Buenos Aires con la ciudad de La Plata (60 km al sur) y con la balnearia ciudad de Mar del Plata (400 km al sur).
El corte fue organizado a unos 30 km al sur de Buenos Aires por unos 500 desocupados de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, que se concentraron en la llamada rotonda de Alpargatas, en el corazón de lo que fue una importante zona fabril, ahora en decadencia por la quiebra de empresas y el desempleo (de 18,3% a nivel nacional).
El bonaerense partido de Morón (oeste) fue escenario de otro corte de ruta de unas 200 personas de bajos recursos que mantenían cerrado el llamado Acceso Oeste, una encrucijada que también conduce a la capital federal.
En el partido bonaerense de Zárate (norte), unos 200 vecinos hicieron un cacerolazo frente a la Cooperativa de Electricidad zonal contra aumentos en las tarifas.
Primer día de flexibilidad
La ira popular volvió a estallar en el centro de Buenos Aires, donde un centenar de ahorristas porteños protagonizó un cacerolazo espontáneo frente a varias sucursales bancarias en Barrio Norte.
La manifestación se armó en forma espontánea cuando los ahorristas intentaron convertir a pesos sus ahorros en dólares al tipo de cambio de 1,40 peso, pero en los bancos les negaron esa posibilidad que estableció el Gobierno.
La jornada del miércoles era la primera para la aplicación de la flexibilidad al uso de dinero y opción de pesificar depósitos bloqueados por las restricciones que popularmente se llaman "corralito".
Este cacerolazo comenzó frente a una sucursal del Banco Galicia (privado nacional) y se extendió hacia otras entidades sobre la avenida Santa Fe, entre ellas de los bancos Río (capitales españoles), Itaú (brasileños), Banca Nazionale del Lavoro (italianos), HSBC (británicos) y BankBoston (estadounidenses).
El Gobierno volvió a repetir que "está escuchando el mensaje" de los cacerolazos, a través del vocero presidencial Eduardo Amadeo.
El funcionario dijo en declaraciones radiofónicas que por esa razón el Gobierno está tratando de "desarmar la bomba de tiempo que con perveridad infinita dejó (el ex ministro de Economía, Domingo) Cavallo con su locura".
Aludió así al congelamiento de fondos bancarios dispuesto el 3 de diciembre pasado, cuando aún gobernaba el radical Fernando de la Rúa, que renunció el 20 de diciembre.