CAMP ZEIST, Holanda.- Los abogados del ex agente libio acusado por el atentado contra un avión de Pan Am que cayó a tierra en la región escocesa de Lockerbie en 1988, arremetieron este jueves contra las pruebas centrales del juicio sobre la histórica explosión.
Abdel Basset al-Megrahi se mostró impasible mientras su defensor decía, durante el segundo día de audiencias de apelación, que los jueces del proceso habían sacado conclusiones erróneas de las pruebas, las cuales estaban colmadas de "contradicciones e inconsistencias".
Tres jueces escoceses sentenciaron a Megrahi a cadena perpetua hace un año por colocar una bomba en el vuelo 103 de Pan Am, que viajaba de Londres a Nueva York, en un atentado que dejó 270 muertos.
Tras insistir en que Megrahi no había sido juzgado de forma justa, el abogado William Taylor acusó a los jueces originales, quienes realizaron el proceso sin un jurado, de "encauzarse incorrectamente" o de sacar conclusiones erróneas para dictar el veredicto.
"Este era un caso delicadamente equilibrado y circunstancial en el cual el mal encauzamiento del tribunal (...) dio lugar a un fallo injusto", dijo Taylor.
Los testimonios sobre partidos de fútbol, decoraciones de Navidad y lluvias hace más de 13 años fueron peinados minuciosamente, a medida que Taylor alegaba que los jueces erraron en la fecha en que dicen que Megrahi compró ropa para envolver la bomba: el 7 de diciembre de 1988.
La fecha fue clave para fundamentar la culpabilidad de Megrahi. "si no es el 7 de diciembre, no puede ser Megrahi", dijo el experto John Grant, un profesor de derecho de la Universidad de Glasgow.
Los abogados de Megrahi también dicen que surgieron nuevas pruebas desde el juicio que socavan la aceptación original de los jueces acerca de que la valija con la bomba fue cargada en Malta, desde donde se trasladó vía Francfort al aeropuerto de Heathrow de Londres y luego al vuelo 103 de Pan Am.
Los abogados defensores quieren citar al ex guardia de seguridad del aeropuerto Raymond Manly para que preste declaración y diga que la cerradura de una puerta cerca del área de equipaje fue forzada horas antes que el Boeing 747 volara en pedazos.
La aceptación de que la bomba, que estaba escondida en una radiograbadora, fue colocada en Malta, era clave para declarar culpable a Megrahi. El otro sospechoso del atentado, el libio Al-Amin Khalifa Fahima, fue absuelto.
Taylor hizo hincapié en la forma en que los jueces consideraron la declaración testimonial de un propietario maltés de una tienda, Tony Gauci, quien identificó a Megrahi como la persona que compró la ropa que se utilizó para esconder la bomba.
Señaló los comentarios de los jueces en su veredicto escrito acerca de que la identificación de Megrahi por parte de Gauci no era confiable, y no "inequívoca".
A diferencia del juicio, cuando la carga de la prueba recaía en la fiscalía, ahora recae en los abogados de Megrahi, quienes deben convencer a los jueces de la apelación de que el tribunal que procesó al acusado se equivocó al declararlo culpable "más allá de toda duda razonable".
"Taylor tiene que realmente convencer al tribunal de que cometió un error, no sólo hacerles pensar en (que el sospechoso es culpable) más allá de toda duda razonable", dijo Grant.
Si se invalida el veredicto, Estados Unidos y Gran Bretaña quedarían muy mal parados. Ambos países han trabajado para erigir una muralla de sanciones alrededor de la Libia de Muammar Gaddafi, a fin de presionarlo para que entregue a los sospechosos del peor atentado de la historia de Gran Bretaña.
Cinco jueves de la Corte Suprema, encabezados por Lord Cullen, el juez de mayor instancia de Escocia, están escuchando la apelación. Diversos analistas consideran que las audiencias durarán aproximadamente cuatro semanas y que la decisión será anunciada una semana después.
Si no se anula la condena, Megrahi será encarcelado en el centro penitenciario de Barlinnie, Glasgow. Los jueces del proceso recomendaron que cumpla por lo menos 20 años de su condena de cadena perpetua.