BOGOTÁ.— Por lo menos 25 muertos y nuevos daños contra la infraestructura energética y vial del país dejó el domingo el más reciente capítulo de la ofensiva guerrillera en Colombia.
En el departamento del Meta, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron un paro armado en las carreteras, la violencia volvió a azotar con 10 muertos entre civiles y guerrilleros.
Cuatro rebeldes de las FARC murieron cuando se enfrentaron con soldados que intentaban rescatar a un comerciante secuestrado en el municipio de Restrepo, informó la Agencia de Noticias del Ejército.
El empresario fue liberado ileso y en el lugar conocido como Arenales, a 70 kilómetros al sureste de Bogotá, se incautaron cuatro fusiles.
En tanto, en Cumaral, cinco hombres y una mujer fueron asesinados en un sitio de comidas al costado de una carretera cuando sujetos les dispararon desde un vehículo.
El subcomandante de policía del Meta, coronel Arnulso Oliveros, aseguró a la AP que se investiga si el crimen fue obra de las FARC.
Mientras en el departamento central de Cundinarmanca, que rodea a Bogotá, la madrugada de este domingo fueron dinamitadas siete torres de energía. Con el suceso asciende a 28 el número de instalaciones que han sido voladas en todo el país en enero.
Ese ataque "genera nuevas debilidades en el sistema de transporte de energía hacia los llanos y la capital", dijo el gerente de la Empresa de Energía de Bogotá, José Antonio Vargas, a la cadena Radionet.
Además, se reportó un ataque dinamitero la noche del sábado contra un puente que une las localidades de Pacho y La Palma.
En la capital, la policía capturó a un presunto miliciano de las FARC que se cree participó en el atentado explosivo registrado el viernes en el sur de Bogotá, que dejó cuatro policías y una menor muertos.
Asimismo, se detuvo a un individuo que habría arrojado una granada contra un restaurante la noche del sábado que dejó ocho heridos.
Se investiga si el detenido tiene relación con un grupo armado, porque el acto violento se realizó cerca de un puesto de policía.
En el departamento del Huila, siete campesinos fueron asesinados por presuntos rebeldes y se denunció que las FARC ejecutaron a tres jóvenes que intentaron desertar de la guerrilla.
El comandante de la IX Brigada del Ejército, general Gilberto Rocha, dijo a la AP que en el área rural del municipio de Colombia, "hay siete campesinos muertos" que fueron ejecutados por las FARC la madrugada del domingo.
Rocha aseguró que tropas fueron enviadas a la zona de Potrero Grande, a 150 kilómetros al suroeste de Bogotá, para enfrentar a los rebeldes que buscan habilitar un "corredor" que comunique este departamento con el Meta.
A su vez, la policía departamental denunció el hallazgo de tres cadáveres en el área rural del municipio de Suaza, a 340 kilómetros al suroeste de la capital.
Según la policía, los muertos son tres jóvenes guerrilleros que fueron asesinados cuando intentaban desertar de las FARC.
En el departamento del Caquetá, un puente que conduce a la localidad de Valparaíso fue derribado por las FARC, que el sábado atacaron la cabecera municipal ubicada a 420 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Mientras en el departamento de Nariño, cinco guerrilleros de las FARC murieron en combates con tropas la noche del sábado en el municipio de Pasto, a 530 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El presidente Andrés Pastrana y las FARC se encuentran negociando un cronograma de tregua, que busca reducir la intensidad del conflicto armado y cuyos primeros resultados deben conocerse el 7 de abril.