MADRID.- Estados Unidos y Rusia informaron hoy de los avances que sus negociadores han hecho de cara a cerrar en mayo un acuerdo sobre la reducción de armamento nuclear, que será parte central de la cumbre que celebrarán en Moscú los presidentes George W. Bush y Vladimir Putin.
El secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, se reunieron en Madrid para preparar esa cumbre, que tendrá lugar en la capital rusa del 23 al 26 de mayo próximos.
Aunque Powell e Ivanov informaron de que esas negociaciones recibieron "un impulso importante" durante la reunión de Madrid, según indicó el mismo secretario de Estado, también constataron que todavía no hay acuerdo y que esperan avances más definitivos para después de su próximo encuentro que será el 3 de mayo en Washington.
Expertos en armamento de ambos países se reunirán en Moscú la próxima semana para seguir trabajando sobre el pacto, dijo Powell.
"Nuestra atención se centra en buscar un acuerdo para la reducción de armamento estratégico y en tener una nueva relación estratégica entre Estados Unidos y Rusia. Hemos aproximado las posturas", indicó Ivanov, quien agregó que "todavía no tenemos un acuerdo".
Estadounidenses y rusos tienen que llegar a un acuerdo sobre el recorte de sus arsenales estratégicos nucleares en una horquilla de 1.750 a 2.250 cabezas en un período de diez años.
Los principales desacuerdos entre Washington y Moscú se refieren a la forma en que se contabilizarán las cabezas nucleares en misiles de múltiples ojivas y en el proceso de desmantelamiento de los artefactos atómicos retirados de misiles y bombas.
Otra de las divergencias se refiere a que el Pentágono quiere retener sin desmantelar, algunas de las cabezas nucleares que se retiren de las armas, para colocarlas de nuevo si fuera necesario.
Ivanov indicó que "hay discrepancias, pero eso no es algo sorprendente, porque se trata de un acuerdo sobre la seguridad de Estados Unidos y de Rusia, y, en definitiva, de la estabilidad internacional. Nos interesa que la visita de Bush a Moscú tenga resultados".
El ministro ruso subrayó que su país "quiere reducciones reales y no virtuales, y que cada una de las partes presente a la otra el número de cabezas nucleares que tiene".
Además, agregó, Moscú desea que el acuerdo al que llegue con Washington "sea jurídicamente obligatorio. La forma en que ese se redacte está todavía por debatirse".
Ese documento jurídicamente obligatorio, tal como Moscú quiere, "será corto", aseguró Powell.
En él aparecerán una serie de provisiones en las que quedará estipulado un proceso de vigilancia del cumplimiento de las reducciones al igual que en anteriores tratados firmados por ambos países.
Además de ultimar los preparativos de la cumbre de Moscú, Powell e Ivanov abordaron otros asuntos, como el de las relaciones de cooperación entre Rusia y la OTAN, del que el secretario de Estado dijo que "ha habido muchos progresos", que podría quedar cerrado durante la reunión ministerial que se celebrará en Reikiavik el 14 y 15 de mayo próximos.
Esa fue la fecha fijada por la Alianza Atlántica cuando propuso a Rusia dar un nuevo salto cualitativo en su cooperación iniciada en 1997. La puesta en marcha de un nuevo mecanismo de cooperación bilateral le dará a Rusia la posibilidad de tener mayor protagonismo en el proceso de toma de decisiones de la OTAN sin darle derecho de veto.
Powell informó de que también abordaron otros asuntos de carácter internacional como la necesidad de que los inspectores de armamento de destrucción masiva de la ONU vuelvan a Irak, además de la evolución de la situación en Oriente Medio.
El secretario de Estado, con el respaldo de la UE, Rusia y la ONU, viajó hoy desde Madrid a Jordania, en donde se reunirá con el rey Abdalá, y mañana, viernes, tiene previstas sendas entrevistas con los líderes palestino e israelí, en un intento de poner fin a la crisis que les enfrenta.
Sin embargo, según dijo Powell, no trataron sobre las acusaciones de Moscú a Washington por intentar reclutar como espía de la CIA a un experto del ministerio ruso de Defensa para apoderarse de secretos sobre armas avanzadas.