ZAMBOANGA, Filipinas.- Una pequeña bomba explotó el lunes a bordo de una lancha pesquera afuera de la ciudad General Santos en momentos en que la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, se reunía con el alcalde de esta ciudad ubicada en el sur del archipiélago
General Santos se vio azotada un día antes por una serie de atentados explosivos que causaron varias muertes.
La policía informó que había dos arrestados por los atentados del domingo que dejaron al menos 14 muertos a las afueras de una atestada tienda departamental, y que provocó heridas a otras 45 personas.
Los arrestados, Bobby Sabilo y Mulikin Adam Ambi, fueron identificados como miembros del grupo separatista musulmán Frente de Liberación Moro Islámico.
Un hombre que dio una advertencia de antemano a una emisora de radio sobre las explosiones llamó de nuevo el lunes, al señalar que eran en venganza por los presuntos ataques en contra de civiles musulmanes por el ejército filipino, que se ha lanzado una vasta ofensiva contra el grupo extremista Abu Sayyaf, en operaciones respaldadas por Estados Unidos.
Arroyo visitó General Santos para atestiguar el daño provocado por las explosiones. Asimismo, se reunió con el alcalde Pedro Acharon, cuando un artefacto explosivo instalado en una embarcación pesquera estalló alrededor de las 9:30 de la mañana, hora local (0130 GMT) cerca de la población ribereña de Calumpang. No se informó de víctimas.
Bartolome Baluyot, jefe de policía en Mindanao, dijo que dos bombas sin estallar fueron halladas bajo un camión estacionado frente a una tienda. La mayoría de los negocios cerraron y se establecieron puntos de control en las principales carreteras, en medio de temores de nuevas explosiones.