ISLAMABAD.- El líder militar y autoproclamado Presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, ganó el referéndum sobre su continuación en el poder celebrado el martes, se confirmó hoy, aunque la abrumadora mayoría lograda por el mandatario ha despertado sospechas acerca de un posible fraude electoral.
La participación voluntaria en el referéndum fue muy escasa, aseguró la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, un organismo independiente que goza de gran reputación en el país. "La gran mayoría cae en la categoría de electores forzosos", dijo el presidente de la organización, Afrasiab Jattak.
Hasta la noche del miércoles (local), se había efectuado el recuento de casi el 80 por ciento de los votos. Según medios estatales, el 98 por ciento de los electores votaron a favor de que Musharraf permanezca otros cinco años en el poder.
De este modo, el mandatario ha logrado su principal meta: continuar tras las elecciones de octubre como presidente y, a la par, como jefe del Ejército.
La participación electoral fue del 58 por ciento, de acuerdo con las informaciones oficiales.
Sin embargo, según los partidos de la oposición, que habían llamado a boicotear el referéndum, la participación en la consulta sólo alcanzó entre el cinco y el ocho por ciento.
"El pueblo ha rechazado al general Musharraf y su política", afirmó Raza Rabbani, del Partido del Pueblo Paquistaní (PPP), de la ex jefe de gobierno Benazir Bhutto.
Liaquat Baloch, del fundamentalista partido Jamaat Islami, aseguró que los funcionarios habían sido obligados a acudir a votar. La Alianza para la Restitución de la Democracia instó a Musharraf a dimitir.
La Comisión de Derechos Humanos aseguró por su parte que muchas personas habían votado varias veces, pese a que, una vez emitido el voto, se había puesto una mancha de tinta en el dedo pulgar de los votantes para evitar que repitieran la acción.
Se han sobrepasado los peores temores, dijo Jattak. Los opositores a Musharraf habían llamado a boicotear el referéndum, por lo que prácticamente sólo acudieron a votar los seguidores del líder militar.
La mayoría de los votos en contra de Musharraf se registró en la región fronteriza con Afganistán, donde muchos habitantes critican al jefe de Estado por su apoyo a Estados Unidos en la guerra contra los talibán y la organización terrorista Al Qaida.
La participación fue mucho más alta que en las elecciones parlamentarias de 1997. El propio Musharraf se había puesto como meta el 30 por ciento, aunque finalmente acudió a votar casi el 60 por ciento de la población, siempre de acuerdo con las cifras oficiales.
Los observadores creen que muchos de los políticos locales elegidos durante el régimen de Musharraf incitaron a los habitantes de sus regiones a ir a las urnas.
Musharraf, de 58 años, es el tercer dirigente militar en la historia de Pakistán que se deja confirmar en el cargo por el pueblo.
Llegó al poder mediante un golpe de Estado, el 12 de octubre de 1999, contra el entonces primer ministro Nawaz Sharif, quien había destituido al general como jefe del Ejército.
Un fallo emitido por el Tribunal Supremo de Pakistán obliga a Musharraf a convocar elecciones legislativas para el próximo octubre. Al organizar el referéndum, Musharraf ha impedido su eventual destitución por parte del nuevo Parlamento.