MIKONOS, Grecia.- El presidente de turno del Consejo de Ministros de la UE, el español Josep Piqué, se mostró hoy a favor de la convocatoria, lo antes posible, de una Conferencia Internacional de Paz para Medio Oriente, que consagre la existencia de un Estado israelí y otro palestino independientes.
Piqué participó hoy en la isla griega de Mikonos en el Foro Mediterráneo, una reunión de ministros y altos funcionarios de Exteriores de once países, árabes y europeos, de las dos orillas.
La situación en Medio Oriente, que Piqué calificó de "enormemente grave, difícil y frágil", ocupó parte de las conversaciones que los ministros mantuvieron durante los dos días de reunión, con la ayuda de las impresiones que al respecto aportaron intelectuales como el Premio Nobel portugués José Saramago, el ex secretario general de la ONU Butros Gali y el arzobispo de Tirana, Anasatasios.
En la rueda de prensa final, Piqué avisó sobre las dificultades que atraviesa Medio Oriente, donde "nuevos atentados suicidas y represalias del Ejército israelí pueden llevar a una guerra".
En este contexto, para todos los participantes en el Foro es importante aprovechar las circunstancias más positivas que permitan avanzar hacia la paz.
Para ello, según el ministro español, conviene recordar que la Conferencia de Paz de Madrid, en 1991, subrayó el principio de "paz por territorios".
Eso implica que la paz se logrará con la coexistencia independiente de dos Estados "sobre la base de las fronteras de 1967", antes de la Guerra de los Seis Días tras la que Israel amplió su territorio con la ocupación de zonas limítrofes.
Por eso reclamó la retirada de las fuerzas israelíes de terrenos palestinos y la búsqueda de una solución para las franjas siria y libanesa. cm-bd
Recordó que en la reciente reunión que en Madrid mantuvieron representantes de la ONU, Estados Unidos, Rusia y la UE ya se estableció la necesidad de disponer de un marco político que afronte las cuestiones de seguridad, la reconstrucción económica y la convocatoria de una Conferencia de Paz.
En Mikonos se habló del alcance y contenido de esa Conferencia, que debería celebrarse "lo antes posible", pero sin que sea un ejercicio de "voluntarismo", según el presidente de turno de la UE, para lo cual la comunidad internacional debe ver previamente si existen condiciones de éxito.
El propio Piqué aprovechó la cita de Mikonos para mantener varias reuniones bilaterales con sus colegas de Marruecos, Argelia y Egipto, con los que intercambió puntos de vista sobre el proceso de paz medio-oriental.
La raíz del problema, según el ministro, no es el papel de los actuales líderes israelí, Ariel Sharon, y palestino, Yaser Arafat, sino la profunda desconfianza que en parte de sus pueblos existe respecto a la actitud del otro.
Por eso elogió la iniciativa de paz de Arabia Saudí, respaldada por la Liga Arabe a finales de marzo, que admite la existencia del Estado de Israel y su derecho a vivir independiente y con seguridad y, por su parte, las autoridades israelíes "deben decir que están dispuestas a retirarse en favor de la paz".
El ex secretario general de la ONU Butros Gali, que participó en el Foro como invitado, señaló que el mundo árabe lleva años pidiendo a la UE que desempeñe un papel más relevante y añadió que para Europa es más importante la relación con el sur del Mediterráneo que el ingreso de los países del este.
Tanto Piqué como el ministro griego, Yorgos Papandreu, defendieron la actuación de la UE, de la que subrayaron que ha contribuido a hacer que Estados Unidos vuelva al proceso activo de la diplomacia y, sobre todo, a no polarizar el enfrentamiento.
Apuntó a este respecto que la política exterior común de la UE es joven y no se puede plantear que tenga una influencia similar a la de Estados Unidos, pero en cambio es un factor de equilibrio en la región.