BUENOS AIRES.— En una de las protestas callejeras más numerosas de los últimos meses, miles de desocupados, jubilados y sindicalistas bloquearon este jueves las calles de esta capital y repudiaron frente a la histórica Plaza de Mayo el "genocidio social" y las políticas neoliberales impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con el lema "soluciones para el hambre" inscrito en largos carteles y al compás de ruidosos tambores, la multitud reclamó pacíficamente planes de trabajo, vivienda y ayuda social; y advirtió además que continuará bloqueando rutas y calles si el Gobierno no atiende sus pedidos.
La policía dijo que en la Plaza de Mayo había 6.500 personas. Los organizadores estimaron más de 20.000.
"El problema central es que hay recesión, inflación, que nos están matando a nuestros pibes e hipotecando el futuro", manifestó Víctor De Genaro, líder de la izquierdista Central de Trabajadores Argentinos.
"Sólo se les ocurre que aceptemos las imposiciones del FMI, la única propuesta que tienen es la represión", expresó desde el palco apostado de espaldas a la gubernamental Casa Rosada. "Lo que queremos es decirle basta al hambre, la entrega y la desocupación", indicó.
La multitudinaria protesta tuvo lugar un día después de que el gobierno advirtió que no tolerará más cortes de calles y rutas.
Entre enero y mayo, hubo más de 11.000 actos de protesta, en las que participaron más de 600.000 personas, de acuerdo con información oficial.
El país transita su cuarto año de recesión económica y lejos de aproximarse a una salida de la crisis, la situación empeora.
En el primer trimestre de este año, el producto interno bruto cayó el 16,3%, la disminución más pronunciada en toda la historia del país.
La tasa de desempleo llegó en los últimos meses a cerca del 25% y la pobreza alcanza a más del 50% de la población.
En un intento por evitar la cesación de pagos con los organismos internacionales de crédito, el gobierno negocia con el FMI un nuevo pacto que le dé oxígeno y le permita afrontar compromisos anuales de 9.000 millones de dólares.
"El problema del genocidio social que tenemos, es que a final de año vamos a tener 23 millones de argentinos debajo del nivel de pobreza y una desocupación que el mes que viene trepa al 29%", manifestó el líder de los desocupados Luis D'Elía antes del acto.
Este criticó duramente la política económica implementada por el gobierno del Presidente Eduardo Duhalde y dijo que el país no podrá salir de la crisis "con esta lógica de sumisión permanente a los organismos multilaterales de crédito".
Los manifestantes marcharon por cientos de calles desde distintos puntos de las afuera de esta ciudad y cortaron estratégicos puentes de acceso antes de llegar a la Plaza de Mayo, frente a la gubernamental Casa Rosada.
También protestaron frente a un céntrico hotel donde se hospeda una misión de economistas del FMI que evalúa la posibilidad de otorgar una ayuda crediticia al país.
Desde el gobierno, el jefe de gabinete de ministros, Alfredo Atanasof pidió a los manifestantes que la protesta sea vivida como "un reclamo y no como una amenaza". Pero los ’’piqueteros’’ lo desafiaron.
"Si no tenemos respuestas vamos a instalarnos en las rutas de todo el país todo el tiempo que sea necesario", dijo Juan Carlos Alderete, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que agrupa a desocupados de todo el país.
Las protestas de desocupados se extendieron por otros puntos del país. En Salta, 1.623 kilómetros al norte, la policía arrestó a unas 26 personas que reclamaban un cambio de la política económica y habían instalado una olla popular frente al Cabildo de la ciudad.
