TORONTO, Canadá.- El gobierno provincial de Ontario obligará de forma inmediata a los empleados a cargo de la recolección de basura de Toronto a reanudar sus labores y limpiar la ciudad para la llegada del Papa Juan Pablo II el 23 de julio.
Este servicio se paralizó hace dos semanas por una huelga de empleados municipales, y la ciudad ha quedado envuelta en un fétido olor, debido a las toneladas de basura abandonadas en las calles de la ciudad.
Hoy, jueves, los tres partidos del parlamento provincial -conservadores, liberales y socialdemócratas- llegaron a un acuerdo en principio, para aprobar una ley que obligue a los empleados municipales a volver a sus puestos de trabajo.
La medida afectará a los 24.000 trabajadores, entre recogedores de basura, enfermeros, y empleados de parques y guarderías, que se encuentran en huelga para protestar por la privatización de esos servicios en la ciudad.
Tras anunciarse el acuerdo, el Primer Ministro de Ontario, Ernie Eves, afirmó que "es un asunto de sanidad y seguridad y hay muchas otras cosas en juego que la basura. Desde la salud de bebés, a enfermeros o inspecciones de restaurantes".
Según el alcalde de la principal ciudad canadiense, Mel Lastman, "mañana (viernes) volverán a sus puestos nuestros trabajadores internos y externos. La principal prioridad es la recolección de la basura de nuestras calles. Abrir las piscinas. La vuelta de los inspectores de restaurantes".
Fuentes municipales señalaron que será necesario al menos una semana para eliminar la basura acumulada, durante la última quincena, en las calles y parques de Toronto.
Entre el 18 y el 28 de julio se celebra en Toronto el Día Mundial de la Juventud, un acto organizado por la iglesia Católica y al que se tiene prevista la asistencia del Papa, así como la concurrencia de centenares de miles de jóvenes católicos de todo el mundo.
Entre el 23 y el 27 de julio, el Papa descansará en la isla de la Fresa, en el lago Simcoe, un apartado lugar del centro de Ontario donde la Congregación de San Basilio tiene una casa de retiro.
El principal evento del Sumo Pontífice, durante su estancia en Toronto, será una misa papal el último día del evento, el domingo 28 en el parque Downsview Lands.