JERUSALEN.- El ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, declaró hoy que el Ejército planea restricciones más severas en Gaza y Cisjordania a raíz de una nueva ola de atentados de la resistencia palestina.
"Espero que hoy haya algunas sorpresas", dijo Ben-Eliezer, sin dar más explicaciones a los periodistas.
El ministro confirmó que todo el norte de Cisjordania se encuentra bajo un bloqueo íntegro y la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, ha sido aislada del resto de ese territorio.
Según Ben-Eliezer, en manos de las fuerzas de seguridad israelies están detenidos unos 140 presuntos suicidas que fueron interceptados antes de llevar a cabo sus ataques.
Ben-Eliezer hizo estas declaraciones poco después de que el Ejército anunciara que había cesado por completo la circulación de vehículos palestinos entre y dentro de cinco de las ocho ciudades palestinas invadidas por Israel en Cisjordania.
De acuerdo con un comunicado del Ejército, "debido a la última ola de ataques se ha decidido restringir el movimiento automotor en las áreas de Jenín, Naplusa, Tulkarem, Kalkilia y Ramala, con excepción del uso de vehículos en casos humanitarios y médicos".
Ben Eliezer afirmó que seguirán con las demoliciones de viviendas de familiares de suicidas u otros palestinos implicados en ataques sangrientos, y que serán desterrados los parientes involucrados.
"Continuaremos con una larga lista de operaciones, que no pienso discutir ahora, con el fin de aplicar un bloqueo mucho más amplio que el actual", señaló.
Añadió que se está empleando gran cantidad de tropas para garantizar la máxima seguridad a la población. Según otras fuentes, las autoridades militares podían volver a movilizar a fuerzas de la reserva, pues las tropas regulares no dan abasto.
En el sur de la franja de Gaza unos 25 tanques se encontraban apostados en la carretera que conduce a la ciudad de Rafah, para aislarla del resto de las localidades.
Tropas israelíes han invadido siete de las ocho ciudades palestinas en Cisjordania desde el pasado 18 de junio y han impuesto restricciones severas, como el toque de queda, a cientos de miles de sus habitantes mientras se agrava la crisis económica.
A pesar de los problemas humanitarios y los intentos de mejorar la desesperante situación, la población palestina no ha experimentado ningún alivio significativo a pesar de anuncios en este sentido del Gobierno israelí.
Tras los ataques palestinos de ayer, en los que murieron trece personas, el primer ministro de Israel, Ariel Sharón, canceló una reunión prevista para esta semana con ministros palestinos a fin de discutir asuntos de seguridad y mejorar las condiciones de vida de la población en Cisjordania y Gaza.
Fuentes de seguridad comunicaron que el Ejército no tiene previsto ataques de represalia por los recientes atentados palestinos, sino medidas disuasorias para evitar futuras operaciones de la resistencia.