SANTIAGO.- La democracia como sistema de gobierno todavía es preferida por los latinoamericanos, aunque a la mitad no les importaría tener un gobierno autoritario en América Latina donde va en aumento el desprestigio de los políticos.
Los porcentajes están contenidos en un "Latinobarómetro" difundido hoy por la Consultora Mori, que incluyó a 17 países consultados entre abril y mayo de este año.
Los más insatisfechos con su actual régimen democrático son Paraguay, con un 7%, Argentina con 8 y Colombia con 11%. Por el contrario, Costa Rica con un 75% y Honduras con un 62 son los más satisfechos con su sistema de gobierno.
Marta Lagos, directora de Mori, dijo que un 56% de los latinoamericanos apoya la democracia -un 8% más que el año pasado-, pero sólo el 27% está de acuerdo con la forma en que se ejerce.
Un 18% de la población regional es indiferente al sistema de gobierno que lo rija, mientras un 15% reconoció que apoyaría a un régimen autoritario.
Sin embargo, dependiendo de la forma en que se les preguntó, varían los porcentajes. "El 38% de los latinoamericanos confía en las Fuerzas Armadas y a un 50% no le importaría tener un gobierno No democrático", dijo Lagos.
Precisó que el mayor respaldo a un sistema no democrático se dio en Guatemala, con un 64%, seguido de Nicaragua y Paraguay, con un 63% cada uno.
La Iglesia Católica es la institución que genera mayor confianza en la región, con un 71%, seguida de los medios de comunicación, con un 45% y las Fuerzas Armadas, con un 38%. Los congresos están bastante más abajo, con apenas un 23%, de confianza y siguen en caída.
Otra institución cuestionada es la de los partidos políticos: mientras el 36% confía en los gobiernos, un 32 en las empresas, un 22 en el parlamento, sólo el 14% confía en las colectividades políticas.
La insatisfacción económica encuentra culpables en los gobiernos, según un 50% de los consultados, y en los empresarios por su falta de iniciativas, según un 24%.
En una escala del cero al diez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) obtuvo un 5,1, mientras las Naciones Unidas sacó un 6,8, pero la mitad no colocó notas porque no los conocía.