WASHINGTON.- México inició hoy viernes el proceso de su retiro del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) a fin de formular en libertad un nuevo acuerdo de defensa que siente las bases de una más amplia convivencia.
El embajador mexicano, Juan José Bremer, informó a la Casa Blanca la decisión del gobierno de su país de retirarse del tratado, que nació en 1945 en el contexto de la Organización de los Estados Americanos
Bremer se entrevistó para el efecto con John Maisto, miembro del consejo nacional de seguridad para asuntos interamericanos.
El embajador mexicano ante la OEA, Miguel Ruiz Cabañas, depositó, a su vez, el "instrumento de denuncia" ante la secretaría general de la organización, dijeron fuentes diplomáticas.
El proceso de retiro durará dos años. A partir de entonces, el TIAR dejará de ser aplicable a México, uno de los promotores del también llamado Pacto de Rio, debido a que se firmó en esa ciudad del Brasil.
La idea que dio nacimiento al TIAR es la defensa común ante la agresión de una potencia extranjera a cualquier país americano. De los 34 miembros de la OEA, sólo 23 lo han ratificado. Entre los excluidos figura Canadá.
El retiro mexicano se produjo un año después de que el Presidente Vicente Fox anunciara en la OEA que había puesto en marcha un proceso de consultas internas en su país para retirarse del TIAR, al cual calificó como "obsoleto".
Fox había hablando por entonces de un retiro dentro de 60 días, pero sus planes se frustraron por los atentados terroristas en Nueva York y Washington, que llevaron a Brasil a encabezar un movimiento de reactivación del moribundo TIAR.
En una reunión de cancilleres ese mes, en que Brasil y Argentina formularon una cerrada defensa del TIAR, México terminó uniéndose al parecer de los demás de que los ataques contra Estados Unidos eran "un ataque a todos los demás".
Fox, quien desde el año pasado ya no había vuelto a hablar de su eventual retiro, considera, sin embargo, que es necesario diseñar una estructura de seguridad multidimensional y moderna, más allá del objetivo primario de lucha contra el comunismo que dio nacimiento al TIAR.
En estos días, "la vulnerabilidad de las naciones no estriba sólo en amenazas puramente militares o ideológicas", dijo la cancillería mexicana en un comunicado para informar sobre su retiro.
No hubo una reacción inmediata del gobierno estadounidense al anuncio mexicano. Pero el embajador estadounidense ante la OEA, Roger Noriega, había dicho luego del planteamiento de Fox el año pasado que la posición del Presidente mexicano era coincidente con el mandato emitido en abril en Quebec, Canadá, por los presidentes americanos para buscar mecanismos de seguridad continental.
México, al iniciar su desvinculación del TIAR, ha recordado que será la sede en el 2004 de una conferencia especial de seguridad para plantear los mecanismos propuestos por los presidentes.
El país ha quedado así "en mejores condiciones de atender los trabajos encaminados a delinear un nuevo esquema de seguridad", dijo la Cancillería mexicana.
Durante cuatro décadas, el TIAR nunca promovió una cohesión regional, excepto en 1962 durante la crisis por los misiles en Cuba. En 1975, fue objeto de un intento de reforma que resultó frustrado por el poco interés de ratificar el protocolo correspondiente.
En 1982 se firmó lo que muchos calificaron como la sentencia de muerte del TIAR, cuando Estados Unidos, contrariando el espíritu de propio pacto, apoyó a Gran Bretaña en la guerra de ésta contra Argentina por el control de las Malvinas.