CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II recibió el miércoles con agrado la decisión de Irak de permitir el regreso de los inspectores de armas de la ONU, y dijo que espera que el país coopere con la comunidad internacional para que pueda evitarse una guerra.
El Pontífice dijo hoy que Irak dio una señal de "una posible reanudación de la cooperación con la comunidad internacional".
En su audiencia general de esta semana, el Papa dijo que la decisión de Irak es "buena noticia", porque los vientos de guerra han sacudido a toda la región del Oriente Medio.
Irak anunció el lunes que permitirá el regreso incondicional de los inspectores de la ONU para buscar armas de exterminio masivo.
La medida ha restado impulso a la campaña del presidente estadounidense, George W. Bush, para que las Naciones Unidas tomen medidas contra el presidente iraquí, Saddam Hussein.
El Papa dijo que la medida de Bagdad fue una señal de "una posible reanudación de la cooperación de Irak con la comunidad internacional".
Pero dijo que la amenaza de un conflicto no ha terminado y pidió al mundo orar para que esos "rayitos de buena voluntad" puedan alejar a la humanidad de "la guerra y el abrumador uso de la violencia".
El Vaticano ha dicho que cualquier ataque contra Irak primero debe contar con la aprobación de las Naciones Unidas.
Bush está buscando el respaldo internacional para una posible acción militar contra Irak, país al que Washington acusa de almacenar armas de exterminio masivo.
Pese a la decisión de Irak, Bush insistió el martes en que el Consejo de Seguridad de la ONU debe obligar al gobierno iraquí a cumplir cabalmente las resoluciones del organismo internacional.
Bush instó la semana pasada a las Naciones Unidas a desarmar a Irak e implicó, aunque no lo dijo explícitamente, que en caso contrario Estados Unidos lanzará una acción militar contra Bagdad.