KABUL.- Las redes talibanes, perseguidas por la coalición antiterrorista, acuden cada vez más a las mujeres afganas para transportar material de propaganda y armas bajo las burqas o túnica que las aisla del mundo, comprobaron los militares norteamericanos.
En su estrategia, en forma similar a las "mulas" empleadas en otros países para transportar drogas, algunas mujeres se habrían convertido en nuevas armas secretas para los talibanes reducidos a la clandestinidad.
Viviendo en la mayor pobreza, ciertas afganas habrían sido "compradas" para misiones de un nuevo tipo en ese país donde imperan las reglas más estrictas del Islam y donde toda interpelación, incluso verbal a una mujer puede ser considerada como un acto grave.
"En un país donde la mujer tiene un estatuto muy particular, ello prueba que sicológicamente los talibanes, debilitados por la campaña antiterrorista, decidieron adoptar soluciones aún más extremas", indica un experto militar occidental en Kabul.
Una portavoz militar estadounidense, la teniente coronel, Carla Sylvester, anunció el lunes en Bagram (50 km al norte de Kabul) que las tropas norteamericanas que registraron en el marco de sus operativos a mujeres afganas descubrieron armas y material terrorista bajo las burqas.
Estos registros que tuvieron lugar principalmente en el este y centro de Afganistán permitieron recuperar armas, equipos y documentos ocultados en provecho de miembros de Al Qaeda.
Vestir la burqa, amplio manto con un enrejado a la altura de los ojos y que cubre a las mujeres afganas de pies a cabeza fue impuesto sistemáticamente a las mujeres bajo el régimen de los talibanes (1996-2001).
La burqa, que sigue siendo llevada por la mayoría de las afganas debido a tradiciones tribales anteriores al régimen talibán, se ha vuelto según un responsable afgano "un riesgo para la seguridad. Sería necesario que las mujeres se la quitaran", estimó.
En Kabul, de tráfico muy denso y gran superpoblación, estas informaciones son tomadas muy en serio.
"Si existen hombres terroristas, también puede haber mujeres terroristas", declaró a la AFP el jefe de la policía de Kabul, Harún Hasifi, quien sin embargo reconoció que ese tipo de incidente no se había producido.
"Tengo vergüenza como mujer cuando me entero que otras mujeres transportan armas para los terroristas", indicó a la AFP la número 2 del ministerio de la Condición femenina, Soraya Rahim.
"Por desdicha, tenemos una generación de mujeres y de viudas de guerra que viven bajo el nivel cero de pobreza. Si la situación económica mejora, este tipo de cosa no se producirá más", estimó la responsable.