BERLÍN.- El Gobierno alemán mantiene su rechazo a una intervención militar contra Irak y afirma que el respaldo obtenido por George Bush del Congreso y el Senado de Estados Unidos (EE.UU.) no cambia su determinación a no participar en un eventual ataque contra ese país.
"La decisión del Congreso y el Senado de entregar plenos poderes al Presidente Bush para un ataque no cambia en nada la posición alemana", manifestó hoy Bela Anda, portavoz del Ejecutivo roji-verde de Gerhard Schroeder.
"La posición del Gobierno alemán es clara y conocida. No ha cambiado", dijo el portavoz, y añadió que, "por supuesto", el Ejecutivo federal respeta esa decisión.
Anteriormente, el ministro de Defensa, Peter Struck, se había expresado en esos mismos términos y afirmó que Alemania es partidaria de "examinar la oferta de Irak para dejar entrar incondicionalmente a los inspectores de la ONU".
Struck calificó de "difíciles" las relaciones bilaterales con EE.UU. y admitió que éstas son ahora "peores" de lo habitual.
El rechazo del Gobierno de Gerhard Schroeder a toda intervención de su Ejército en un eventual ataque y el tono adoptado frente a EE.UU. en la pasada campaña electoral, han enrarecido las relaciones entre Berlín y Washington.
Tras los comicios del pasado 22 de septiembre, el Ejecutivo roji-verde se comprometió a restablecer el buen clima en las relaciones con EE.UU.
Tanto el ministro de Asuntos Exteriores, el verde Joschka Fischer, como el socialdemócrata Struck tienen previsto viajar a EE.UU. para reunirse con sus respectivos homólogos, Colin Powell y Donald Rumsfeld.