WASHINGTON.- Los investigadores consideran que los dos acusados por una serie de asesinatos cometidos en octubre en la zona de Washington podrían haber operado en otros Estados, y examinan crímenes que nunca fueron aclarados.
Esta hipótesis comenzó a esbozarse luego de la captura el 24 de octubre de John Allen Muhammad, de 41 años, y de su joven cómplice John Lee Malvo, de 17.
"Continuamos trabajando con las autoridades a nivel federal, de los Estado y locales, para reunir pruebas, seguir pistas y determinar la extensión de la actividad criminal" de los dos sospechosos, afirmó el Fiscal general John Ashcroft en un comunicado.
En total una docena de Estados declararon muertes, disparos o incidentes que podrían ser atribuidos a los dos hombres.
Además de los estados del este del país, Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia (que alberga la capital federal), Luisiana (sur), Alabama (sur) y el Estado de Washington (noroeste), ya iniciaron demandas contra ellos. Las autoridades federales también comenzaron juicio contra los sospechosos de la muerte de 13 personas -10 de ellas en la región de Washington- y de haber herido a otras cuatro.
Según la prensa estadounidense, Tennessee, Oregon, California, Arizona y Michigan también podrían sumarse a la lista.
Varios asesinatos en Estados Unidos tuvieron por marco un estacionamiento o un lugar público. También la misma arma un bushmaster XM15, de calibre 5,56 mm, habría sido utilizada en varios crímenes.
"No excluimos la posibilidad de que otros individuos puedan estar implicados o que quienes están actualmente detenidos hayan podido cometer otros crímenes", estimó Ashcroft.
El último evento de la investigación ocurrió el jueves, donde la policía de Baton Rouge, Luisiana (sur), lanzó un mandato de arresto contra los dos hombres por la muerte de una mujer Hong Balanger, de 45 años, ocurrida el 23 de septiembre durante un robo, cuando se encontraba cerca de su automóvil estacionado en un centro comercial.
La semana pasada Muhammad y Malvo fueron acusados de la muerte de otra mujer, durante otro robo, dos días antes del de Baton Rouge, en la localidad de Montgomery, en Alabama (sur).
Las autoridades del Estado de Washington sospechan también que los dos hombres pueden haber matado a una mujer que se encontraba en el frente de su casa en Tacoma, en febrero. Una sinagoga de esa localidad, habría sido atacada en mayo, con disparos de la misma arma.
En Michigan, los investigadores han encontrado a un hombre que habría ayudado a los presuntos francotiradors a comprar su automóvil, un Chevrolet Caprice, modelo 1990.
En ese mismo estado del norte de Estados Unidos, una mujer fue asesinada de lejos por un disparo, cuando se encontraba en la entrada de un jardín zoológico de la localidad de Lansing.
La policía investiga casos no resueltos de disparos similares en California y Oregon, dos Estados en los que John Muhammad vivió en ciertos períodos de su vida.
El descubrimiento de varios aparatos electrónicos en el automóvil de los sospechosos, plantea interrogantes sobre el financiamiento de los delitos investigados.
Según el cotidiano Washington Times, Muhammad logró obtener miles de dólares con la venta de falsos pasaportes y permisos de conducir, además de tarjetas de crédito falsas a inmigrantes ilegales.
